Domingo, 14 Diciembre 2025
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La Cofradía de Pescadores San Ginés y Optuna 42 critican la situación creada por el cierre precautorio de la pesquería de la cuota de patudo por el consumo de la cuota asignada

 

  • Lancelot Digital

 

 

Asfixiados, angustiados y con miedo a verse obligados a cerrar sus puertas, así se encuentran los trabajadores y miembros de la Cofradía de Pescadores San Ginés y de la empresa Optuna 42 debido a la situación creada por el cierre precautorio de la pesquería de la cuota de patudo por el consumo de la cuota asignada.

 

En efecto, tal y como informan en un comunicado conjunto “el pasado día 31 de julio la Secretaría General de Pesca dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, nos comunica mediante Resolución que el día 2 de agosto a las 00:00 horas se produce un CIERRE precautorio de la pesquería de patudo (tuna en Canarias) en aguas del Atlántico (stock BET/ATLANT) para la flota de atuneros cañeros canarios y la flota canaria artesanal, por quedar menos del 10% de la cuota asignada y hasta que se haga un recuento de todas las capturas realizadas”, señalan, “con el objetivo de comprobar si se ha alcanzado o no la cuota total y, en caso, de quedar cuota aún sin capturar, volver a reabrir la pesquería para consumir lo que quede pendiente”.

 

Como consecuencia de dicha Resolución, la flota atunera cañera de Lanzarote, al igual que los del resto de atuneros cañeros de Canarias, lleva dos semanas parada “sin saber si vamos a poder continuar o no, soportando mientras tanto los gastos del personal, víveres, etc”, apuntan, preocupados. “Hemos enviado escritos a la Administración solicitando información sin recibir respuesta al respecto”.

 

La situación está llegando al límite ya que, si no se les permite seguir pescando, se verán obligados a amarrar la próxima semana. “Este es el tercer año consecutivo que, debido al recorte de la cuota asignada, hemos tenido que amarrar antes de tiempo. Este año sólo hemos podido estar faenando cinco meses (de marzo a agosto), teniendo que estar amarrado los otros siete meses del año. No hay empresa que aguante estar más de medio año sin poder trabajar”.

 

Y recuerdan que “cuando amarremos, muchos trabajadores no van a tener derecho al subsidio por desempleo o a ayudas. Por ello, el personal se nos irá a buscar trabajo en otros sectores porque nadie aguanta en una empresa que sólo trabaje cinco meses al año. Lo mismo ocurre con los trabajadores de Optuna”.

 

Toda esta situación, sin tener en cuenta además que “durante el estado de alarma por el Covid-19 nuestra flota no amarró, por ser considerada la pesca como una actividad esencial dentro de la cadena alimentaria, con el riesgo a que no nos comprasen las capturas realizadas y a obtener pérdidas, sufriendo, además, las caídas de los precios”.

 

Tanto la Cofradía de Pescadores de San Ginés como Optuna lo tienen claro “todo esto es consecuencia a los recortes sufridos en la cuota asignada a España, en el reparto desigual de la misma entre las distintas flotas pesqueras, beneficiando a la flota cerquera en detrimento de la flota canaria y a que la Administración, en contra de nuestras peticiones, no permitió el reparto de cuota asignada a la flota cañera canaria de forma individual por buque”.

 

De no cambiar las cosas la situación podría volverse dramática para muchas familias que viven del sector en la isla.


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