El palmeral de Lanzarote: de una aparente muerte inminente a un halo de esperanza
El Cabildo trabaja para llevar a cabo actuaciones para salvar al que es todo un símbolo de la isla
- Lancelot Digital
Palmeras en estado de abandono, afectadas por la acción de la Diocalandra Frumenti o en estado de sequedad extrema. Así se Encuentra una parte del palmeral de Lanzarote que visto desde fuera genera una sensación preocupante e incluso se podría llegar a pensar que en un futuro no muy lejano, al igual que ha pasado con las tuneras, podrían desaparecer y con ellas un símbolo de la isla.
Por ese motivo el Cabildo de Lanzarote en trabajo conjunto con el área de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias se ha planteado aumentar el presupuesto en un 100% pasando de 2 a 4 millones de euros para realizar un estudio de la situación del palmeral pero sobre todo de llevar a cabo actuaciones que permitan su salvación.
Desde GMR, Luis Barroso, coordinador técnico del plan de Control de Diocalandra Frumenti, lanza un mensaje positivo y es que no todo está perdido. “Si no estuviéramos convencidos de la posibilidad de recuperar el palmeral y garantizar la subsistencia de las palmeras de la isla, no hubiéramos iniciado este proyecto”.
Todos conocemos cómo afecta la Diocalandra, o picudín, al estado de salud de las palmeras, sin embargo, no somos conscientes de cómo les perjudica la falta de agua pese a lo que se piensa. Por eso la crisis hídrica, también las puede matar. “Son plantas que necesitan agua, lógicamente”, señala.
También es muy importante la cualificación y preparación de todas las personas que las traten porque son plantas sensibles.
No sólo se trata de salvar las palmeras, es mantener a salvo un símbolo de Lanzarote.