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El palmeral de Lanzarote se muere

La falta de agua depurada y los ataques de insectos han contribuido al mal estado de las mismas

 

  • Lancelot Digital
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    Gran parte del palmeral plantado en los márgenes de las carreteras, algunas de ellas desde hace más de 30 años, se está muriendo lentamente por varias razones. Las principales, según los expertos consultados, son la falta de riego con agua depurada que desde hace años que ha debilitado a la palmera y ha favorecido el ataque de insectos.

     

     

    El propio alcalde de Tías, el socialista José Juan Cruz Saavedra, confirmaba la falta de agua para regar jardines municipales y de las propias urbanizaciones que ahora se ha agravado por la falta de producción de agua depurada por el cierre de la actividad turística.

     

    “El primer problema es el del agua. Ya teníamos problemas porque no nos suministraba Canal Gestión a los establecimientos turísticos, les cortó el agua desde julio del años pasado, fecha desde la que no tienen agua regenerada para regar sus jardines”, explica. “Ahora, aún es peor porque no hay agua. Ha bajado el consumo en torno al 80 por ciento en las zonas turísticas y ni siquiera nos dan agua diaria a los jardines municipales, que solo la tienen de siete a doce de la mañana de lunes a jueves”.

     

    En el caso concreto del palmeral del Cabildo plantado en los años 90 en los márgenes de la carretera del aeropuerto a las playas de Puerto del Carmen, José Juan Cruz, reconocía que muchos ejemplares están muertos “por falta de agua y porque están podridas”, señala el primer edil.

     

    Por otro lado, el alcalde de Tías hablaba en el Café de Periodistas de que, todavía, la actividad turística en Puerto del Carmen era escasa

     

    “En Tías, antes del decreto teníamos 2.800 establecimientos y nos quedamos con 80 abiertos, ahora ha ido evolucionando y en el municipio están casi todos abiertos, pero en Puerto del Carmen, aún no, al no estar abiertos los hoteles no se han animado”, explica.

     

     

    José Juan Cruz Saavedra reconoció que todavía hay mucha incertidumbre turística entre los propietarios de los complejos turísticos y que los más grande le va a costar más abrir en verano.

     

     

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