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El “picudín” ha atacado ya más del 50% de las palmeras de Lanzarote

 

De momento, las autoridades no han adoptado medidas para salvar a una de las especies autóctonas más simbólica de Canarias

 

  • Lancelot Digital
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    El palmeral de Lanzarote se muere lentamente. La diocalandra, o picudín, ha atacado ya a más del 50% del palmeral de Lanzarote. Se calcula que unas 30.000 palmeras de la isla están afectadas por este peligroso insecto, primo hermano del famoso Picudo Rojo que ya se ha extinguido en Canarias.

     

    El técnico en jardinería, Francisco Bermejo, señalaba en Café de Periodistas, que el Picudín hace más daño porque ataca a todas las palmeras. “El picudo rojo no atacaba a todas las palmeras, pero la diocalandra sí lo hace, según va pasando es como una marabunta que va arrasando con todo”, explica.

     

    El ataque del insecto y los hongos termina con la palmera. “Al atacar de esta forma, debilita las palmeras y facilita el acceso a los hongos que son los que realmente la rematan”, señala.

     

    Este especialista en jardinería cree que un 50% de las más de 60.000 palmeras que se calculan en Lanzarote ya están afectadas en diferentes grados del ataque de la Diocalandra. “El estudio más reciente es un estudio del año pasado realizado por técnicos del Gobierno de Canarias y hablan del 50% en Lanzarote y algo más del 55% en Fuerteventura, pero en mi opinión creo que se han quedado cortos”.

     

    La sequía y el llamado estrés hídrico han ayudado a extender la enfermedad. “Las palmeras ya estaban atacadas de antemano, no se ha visto venir la urgencia del problema porque como es más lento que el del picudo rojo, no se calculó bien”.

      

    Lo increíble es que hay tratamiento y aunque ya sea inevitable la pérdida de un porcentaje de palmeras, ya muy enfermas, aún se puede salvar muchas si se aplica un tratamiento adecuado. “La endoterapia que es como fumigar pero se introduce dentro del tronco y circula de manera sistémica por la planta”, explica.

     

     

    De momento, las autoridades locales e insulares no han adoptado medidas reales para salvar a uno de los patrimonios y símbolos de Canarias como es la palmera. Que se sepa no existe ningún plan contra esa plaga que arrasa las islas de Lanzarote y Fuerteventura.

     

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