El PP solicita a Bankia que reconsidere su decisión de cerrar la oficina que tiene en la isla de La Graciosa

Ástrid Pérez cree que “si hay una oficina que debería excluirse del plan de restructuración de la entidad esa es la de La Graciosa por su propia condición geográfica”

Lancelot Digital

Foto: Archivo Lancelot

La presidenta del Partido Popular de Lanzarote, Ástrid Pérez, ha anunciado que su formación política solicitará a la dirección de Bankia que excluya a la isla de La Graciosa del plan de reestructuración de la red de oficinas que ha planteado en el Archipiélago.

Aunque entiende que se trata de un tema “enormemente delicado, por corresponder a decisiones internas de la política de saneamiento de la entidad bancaria”, Ástrid Pérez considera que en el caso concreto de La Graciosa, Bankia debería replantearse su cierre, “en tanto en cuanto los vecinos de la isla no tienen la opción de coger su coche y trasladarse a la oficina más cercana”. “Una opción que sí tienen el resto de ciudadanos de las islas que se verán afectados por estas medidas”, señala.

La presidenta insular de los populares considera que “el cierre de varias oficinas en Lanzarote no deja de resultar un trastorno, más o menos grave según los casos, pero en lo que respecta a la octava isla, estaríamos hablando de una situación de total abandono y de enormemente perjuicio económico y social, pues desgraciadamente tendrán que coger el barco para trasladarse a una sucursal en Lanzarote”.

En las filas del Partido Popular también son muy conscientes de que “existe un enorme porcentaje de población, prácticamente mayoritario, que no tiene acceso a las nuevas tecnologías y consecuentemente no realiza operaciones electrónicas, vía internet”. “A este hecho habría que sumar también las consecuencias negativas que acarrearía la ausencia de oficina para todos aquellos que visitan y hacen turismo en la isla”, añade la formación.

“En este sentido, comprendemos y compartimos la fuerte preocupación que existe entre los gracioseros tras haberse anunciado el cierre de la única oficina que ha existido en la isla prácticamente desde siempre, de toda la vida, antes como la Caja de Canarias y ahora como Bankia”, concluye Ástrid Pérez.