El PSOE y Sánchez en shock aferrados al poder
El presidente no tiene ninguna intención de dimitir, ni de adelantar las elecciones
El PSOE y el Gobierno de Pedro Sánchez siguen shock por el daño irreparable ocasionado por el proceloso y comprometedor informe de la Uco de la Guardia Civil que sitúa al que era hasta ayer número tres del partido, secretario de organización, Santos Cerdán, en el epicentro de una trama corrupta para cobrar "mordidas" a empresas por concesión de obras.
Cerdán, que ayer caminaba noqueado por los pasillos del Congreso, mientras negaban las evidencias de los audios grabados por Koldo, donde se repartían las comisiones con Ábalos, se vio obligado a dejar su acta de diputado y su poderoso cargo de secretario de Organización.
Si antes fue el caso mascarillas, luego el caso Aldama, Koldo y Ábalos, luego el de Leire Díez, ahora llega el de Santos Cerdán, mano derecha de Pedro Sánchez. Estos casos de presunta corrupción a los que hay que sumar el enjuiciamiento del fiscal general del Estado por presuntas filtraciones, o las investigaciones judiciales a la mujer del presidente del Gobierno y el affaire del hermanísimo en Extremadura.
A pesar de todo ayer por la tarde un afligido Pedro Sánchez aplicaba en toda su extensión su particular "Manual de Resistencia" en una esperada rueda de prensa. Mientras su figura política se resquebraja por momentos, advertía que no va a adelantar las elecciones.
También mostró su decepción que le ha ocasionado la figura de su amigo Santos Cerdán.
Eso sí, más allá de pedir perdón y anunciar una auditoría externa para demostrar que las cuentas del PSOE están limpias, no anunció nada de enjundia más allá de que va a seguir como presidente del Gobierno de España y que volverá a repetir como candidato. Muchos analistas se preguntan cuánto más tiene que pasar para que sepa que ya ha pasado demasiadas calamidades.