El Teide apuesta por vetar el vehículo privado, ¿y Timanfaya?

El parque natural tinerfeño es uno de los más visitados, pero también de los más amenazados por la presión humana
- Lancelot Digital
Los vehículos privados no podrán acceder al Parque Nacional del Teide. Solo se podrá entrar en guaguas que saldrán de diferentes puntos del área metropolitana, norte y sur de Tenerife. Es la principal medida del nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del espacio protegido más visitado de Europa, que se someterá a aprobación el próximo lunes 29 de septiembre en una reunión telemática del Patronato del Parque Nacional del Teide.
El Plan rechaza asimismo cobrar por la entrada –algo que está prohibido por ley para los espacios con mayor protección de España– pero los visitantes tendrán que pagar por la guagua y otros servicios.
La Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias lleva cinco años trabajando en esta renovación. El plan vigente es de 2002 y ya no respondía a los retos actuales: cambio climático, exceso de visitantes y una biodiversidad extremadamente frágil.
En aquel 2002, el Teide recibía 3,4 millones de personas al año. En 2024, superó los cinco millones (5.242.653). Un crecimiento que ha convertido al Teide en uno de los espacios naturales más visitados del planeta, pero también en uno de los más amenazados por la presión humana.
La nueva normativa prevé un sistema de guaguas lanzaderas que sustituya al vehículo privado, siguiendo un modelo que ya se aplica en enclaves como Masca o Punta de Teno.
Timanfaya mira hacia el mismo camino
En Lanzarote, el Parque Nacional de Timanfaya vive otra realidad, pero con un problema en común: el colapso de visitantes. Las largas colas que se forman para acceder a las Montañas del Fuego, especialmente en temporada alta, llevan tiempo generando quejas y alertas sobre el impacto del turismo en la experiencia del visitante y en la conservación del espacio.
Por ello, se estudia la posibilidad de implantar también allí un sistema de guaguas obligatorias que reordene la entrada, limite el tráfico privado y reduzca los tiempos de espera. La medida, todavía en fase de debate, busca reforzar la sostenibilidad de un parque emblemático que en 2023 recibió alrededor de un millón de visitantes.
Dos parques, un mismo dilema
El Teide y Timanfaya, iconos volcánicos del archipiélago, afrontan el mismo desafío: cómo compatibilizar la llegada masiva de turistas con la conservación de entornos únicos y extremadamente sensibles.
En Tenerife, la decisión está prácticamente tomada: el acceso privado será vetado y el control se hará desde nodos de transporte fuera del Parque.
En Lanzarote, la idea empieza a ganar fuerza como solución a los atascos, aunque la fórmula exacta aún está por definir.
Hacia un modelo canario de gestión
El debate en torno al Teide y Timanfaya apunta a una tendencia común: restringir el vehículo privado en los parques nacionales más visitados del archipiélago. Una medida polémica para algunos, pero que podría sentar las bases de un nuevo modelo de gestión turística en Canarias, donde la sostenibilidad no sea un añadido, sino una condición indispensable para seguir disfrutando de sus paisajes volcánicos.