PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

El último atardecer de las tuneras de Guatiza

 

Todas las fincas de la localidad norteña presentan el mismo aspecto y uno de los símbolos de Lanzarote ha sido arrasado

 

  • Lancelot Digital
  • Cedida
  •  

    El final de las tuneras de Guatiza ha llegado. Estas imágenes que ven han sido tomadas en la tarde de hoy, jueves, 26 de septiembre de 2024, en la localidad norteña dejando en la retina una estampa desoladora. Lo que en su día se erigió en un símbolo "estético" de la isla como el palmeral, se ha destruido porque la cochinilla mexicana ha arrasado con todas.

     

     

    Ya en octubre de 2023, Lancelot Televisión informó al respecto y ahora, un año después, no queda rastro del verdor de las tuneras en Guatiza.

     

    La Dactylopius Opuntiae, más conocida como la cochinilla mala o cochinilla mexicana, llegó a Canarias a la zona de Fuencaliente, en La Palma, y de ahí se extendió al resto de islas presentando este aspecto abrasivo y destructor.

      

    Pero ¿por qué es tan agresiva la cochinilla mexicana?

     

     

    Leandro Caraballo, técnico agrícola, explica que ataca tanto “la pala joven como los troncos y el sistema radicular, y acaba destruyendo la planta hasta acabar con el cultivo”.

     

    Además, este tipo de insecto es muy complicado de combatir. “Cuando llegó a Lanzarote, pensábamos que acababa de llegar, pero pronto nos dimos cuenta de que ya llevaba un tiempo en la isla. El Gobierno de Canarias ha hecho alguna actuación, lavando las tuneras con algunos productos, pero eso no es efectivo por la gran capacidad de dispersión de la plaga”, explica.

     

    La noticia tiene tanto calado porque se dan por muertas todas las plantaciones de tuneras de Lanzarote. “El cultivo se acabó, ahora hay que buscar una alternativa viable para toda esa zona donde estaban las tuneras y conseguir agricultores que cultiven la zona”, señala. “Hay que olvidarse del cultivo de tuneras, salvo que aparezca un depredador, un insecto, un virus o un hongo, que la elimine. Con medios fitosanitarios es imposible”.

     

    Con el fin de la tunera lanzaroteña, desaparece otro símbolo de nuestra isla, la cochinilla lanzaroteña. “Esto ha sido la puntilla total al cultivo de las tuneras”.

     

    Además, se pierde un hábitat especial que servía de refugio para especies como conejos o perdices, que se alimentaban y protegían en este espacio natural de gran valor ya desaparecido.

    Comentarios (3)