Domingo, 14 Diciembre 2025
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En Gran Canaria se apuesta por el soterramiento de infraestructuras, y en la Isla de los Volcanes ni se plantea

 

  • Lancelot Digital

 

Gran Canaria avanza a buen paso en su apuesta por la movilidad, por evitar el impacto visual y por el nulo consumo de territorio. En menos palabras, por preservar su medio ambiente. En este sentido, anunciaba recientemente que el proyecto de construcción de la línea ferroviaria proyectada entre la capital y el Sur, con una longitud de 58 kilómetros y 11 estaciones en su recorrido, será cien por cien sostenible y su impacto visual será el mínimo posible ya que irá, en gran parte soterrado.

 

Hablamos de un proyecto que necesitará una inversión, de momento se está buscando la financiación, pero se encontrará, de 1.492 millones de euros para los tramos de la línea ferroviaria, las once estaciones, los talleres, cocheras y área de mantenimiento y la vía, instalación y electrificación. A eso hay que sumar las expropiaciones que sean precisas.

 

Se trata de una línea 100% sostenible al estar alimentada exclusivamente por el parque eólico asociado, que prevé siete aerogeneradores con una potencia de 26,4 megavatios (MW). La línea ferroviaria proyectada sería “un corredor verde de principio a fin” destinado a modernizar la isla “con un proyecto innovador completamente sostenible” para la mejora del transporte público y «pensando en las nuevas generaciones», sostiene el proyecto. Con su implantación y el trasvase del coche privado al tren, agrega el documento, se reducirían “drásticamente las emisiones de CO2”.

 

En definitiva, volvemos a ver cómo el Gobierno de Canarias no tiene ningún problema en invertir de manera adecuada en Gran Canaria, en Tenerife, en La Palma, en Fuerteventura o en El Hierro. En invertir para soterrar y preservar el territorio, para no consumir terreno. Sin embargo, en el caso de Lanzarote, gobierno con cuyo cabildo, socialista, comparten ideales ecologistas y proteccionistas, no parece que tengan tantos miramientos. Torres no ha tenido ningún problema en echar para atrás los proyectos de soterramiento de Argana o de Playa Honda, por que se consideraban “excesivamente caros” para la isla. Ni las críticas de la oposición, ni las peticiones que se hicieron sirvieron para nada. En Lanzarote no se soterra.

 

Una vez más, la isla se vuelve a quedar a la cola de la política medioambiental del Gobierno de Canarias que no tiene miramientos en que aquí sí se consuma territorio.

 

 

 

 


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