Domingo, 14 Diciembre 2025
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Algunos afectados por coronavirus vivieron este jueves una experiencia desagradable

 

  • Lancelot Digital
  • Jesús Betancort

 

Enfadado. Muy enfadado, así está Gervasio Bonel, un lanzaroteño afectado por el covid que no comprende cómo se han hecho las cosas en estos días.

 

En realidad, todo lo ocurrido es un sinsentido para Gervasio que, desde el día de Reyes, se sentía mal y sospechaba que tanto él como el resto de su familia podría tener covid.

 

Gervasio, que es autónomo, y sabe lo que supone estar quince días metido en casa con toda la actividad paralizada, así como el riesgo que supone salir a la calle sin saber si lo que tenía era una gripe o el covid, pidió de inmediato que les hicieran la prueba a todos.

 

Les dijeron que un test de antígenos era suficiente. Se lo hicieron. Dio positivo, pero en Tías un médico les dijo que no era suficiente.

 

Algo contrariado por el doble criterio, acudió al circuito covid y se lo encontró cerrado por la lluvia y el viento. “Tampoco lo comprendo, esto es una isla, es cierto pero llueve y tenemos que estar preparados para esto, y mucho más con el pico de covid tan enorme que hemos sufrido estos días”, señalaba. “¿Porqué no se ha trasladado el circuito a una nave industrial? ¿Quién es el responsable de hacerlo?”.

 

Llegados a este punto, y nada dispuesto a seguir dando vueltas, Gervasio exigió en el Hospital, ya de malas maneras, reconoce, que se le hiciera la prueba covid a él y a su familia de inmediato, para evitar males mayores.

 

Se la hicieron. Él y su mujer, son positivos, la niña pequeña salió negativo.

 

Desde la gerencia del Molina Orosa esperaban volver a poner en marcha el servicio de autocovid a las doce del mediodía, siempre y cuando el tiempo lo permitiera.


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