¿Finaliza el boom del alquiler?
La insoportable presión de los alquileres se alivia ligeramente aunque el sector es prudente y espera a ver la evolución del mercado ante la nueva Ley del Alquiler
Durante cuatro años el mercado del alquiler ha vivido un periodo de constante crecimiento en Canarias, cientos de ciudadanos veían como subía y subía el precio de la vivienda y no tenían opción de optar a una, pero esa alarmante situación ha llegado a su fin. La presión, en islas como Lanzarote, era insoportable, llegando a superar los 1.000 el alquiler de un piso de apenas dos habitaciones. Tan grave era la situación, que estaba afectando a la mano de obra: algunos trabajadores tenían que renunciar a puestos de trabajo por ser incapaces de encontrar donde vivir. Esta caída del alquiler, más fuerte en el último trimestre de 2018, parece apuntar a una tendencia que continuará en los próximos meses, tal y como ha ocurrid en las principales ciudades del país.
Sin embargo, desde Hormicasa señalan que “según algunos expertos del sector, pueden producirse en los próximos meses subidas en los alquileres, a raíz de las medidas aprobadas recientemente por el Gobierno, la nueva reforma probablemente genere un frenazo a la salida de inmuebles de alquiler al mercado y, por lo tanto, los encarezca”.
“El mercado del alquiler en Lanzarote está dominado por particulares que son los que se animan a subir los precios pero, en cuanto ven de que no se alquila, bajan los precios y los precios en Lanzarote aún siguen siendo altos, y no registran subidas pero tampoco podemos hablar de bajada. Quizás podríamos hablar de una bajada de forma tímida”, explican. “De hecho, sigue llegando gente que busca desesperadamente vivienda. Estamos ante una situación en la que los precios siguen demasiado altos para la demanda. En estos momentos, pisos de un dormitorio, con salón-cocina, pueden llegar a costar 500-euros, un mileurista no puede afrontar estas cantidades”.
Aspectos destacables de la nueva Ley de Alquiler
A finales de 2018 entraba en vigor la Nueva Ley de Alquiler, cuya principal novedad está en la duración de los contratos que pasan de tres a cinco años de prorroga obligatoria, y de uno a tres de prórroga tácita. Por tanto, el plazo mínimo legal que un inquilino puede permanecer en una vivienda pasa a ser de cinco años, a no ser que el arrendador sea una persona jurídica, caso en que se ampliaría a 7 años.
Otra de las novedades es la fianza que se establece en un máximo de dos meses y, además, es el arrendador el que ahora se debe hacer cargo de los gastos que se derivan de la formalización del contrato de alquiler y de la gestión inmobiliaria.
Además el desahucio se paraliza durante un mes en caso de que se trate de una persona física y durante dos meses cuando se trate de una persona jurídica.
Otro aspecto destacable es la libertad de propietario e inquilino de llegar a acuerdos para la mejora de la vivienda sin que tenga, para ello, que finalizar el contrato.