Ingresan en el Hospital a un menor inmigrante de La Santa tras ser apuñalado
Una nueva pelea disputada anoche en el Albergue de Menores acaba con un herido grave por arma blanca
La situación de Albergue de La Santa no mejora a pesar de las medidas adoptadas por el área de Bienestar Social para descongestionar ese recurso habitacional de Lanzarote destinado a los menores inmigrantes que llegan en pateras de manera irregular.
Anoche, un menor tuvo que ser trasladado al Hospital de Lanzarote tras sufrir un apuñalamiento por parte de otro de los internos. Tras una pelea con arma blanca entre los supuestos "clanes" existentes, el joven herido tuvo que ser urgentemente conducido por una ambulancia al Molina Orosa.
Lejos de apaciguarse la situación, esta mañana también se vivieron momentos delicados. Varios menores del Albergue tuvieron que ser reducidos por la Guardia Civil al portar cuchillos e incluso se ha señalado que tenían pequeños machetes.
No es la primera vez que el Albergue de La Santa vive incidentes graves. Desde peleas, reyertas con armas blancas y destrozos intencionado del inmobiliario.
Los cuidadores están hartos de la situación e incluso algunos trasladan su temor a ser agredidos. Muchos de ellos sufren amenazas e incluso se ha dado el caso de que han llegado a ponerles un cuchillo en el cuello a los trabajadores.
Se nos asegura desde fuentes cercanas a Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, que la mayoría de los jóvenes se porta relativamente bien, pero que hay tres o cuatros incontrolables, con antecedentes penales, tanto en su país, como aquí, con numerosas detenciones policiales, que son los que originan la mayor parte de los jaleos.
Desde el Cabildo señalan que se hace todo lo que se puede. De hecho, de los 90 o 100 internos menores que existían hasta hace unos meses en el Albergue de La Santa, hoy sólo hay una treintena. El resto han sido derivados a otros recursos habitacionales en Arrecife (dos) y uno en Tías (Mácher).
A pesar de todo, el problema es que los menores más "gamberros" siguen La Santa creando problemas. La ley del Menor les protege, y aunque se tomen medidas de castigo, no las cumplen y judicialmente no se les puede derivar a centros cerrados. "Casi tendrían que matar a una persona para que, con la aplicación de la Ley del Menor, los encierren", señala fuentes de Bienestar Social que se sienten cansados y hartos de la situación que provocan unos cuantos y perjudica a la imagen del resto.
