Iván dice que está dispuesto a internarse en Arrecife
Quedaría en un piso tutelado. Pone como condición que le permitan volver cada fin de semana a La Graciosa
Lancelot Digital
Iván López Benjumea, el joven discapacitado que había elegido La Graciosa como lugar de residencia y cuya atención parecía ser un problema sin solución para el Cabildo insular, ha abierto la puerta a internarse voluntariamente en un centro asistencial de Lanzarote.
En declaraciones a un equipo de Televisión Española en Canarias, ha manifestado este mediodía del lunes 12 de diciembre la posibilidad de dejarse instalar en un piso tutelado en Arrecife, tal y como le ha propuesto la Consejería de Bienestar Social del Cabildo, siempre y cuando le permitan volver cada fin de semana a La Graciosa, donde se ha integrado plenamente y cuyos vecinos lo han arropado con cariño, a pesar de que por voluntad propia vive en la calle y carente de contención profesional.
Precisamente la necesidad de atenderlo de una u otra forma -ya que padece un 40 por ciento de discapacidad, ataques de epilepsia y brotes esquizofrénicos- se ha convertido en las últimas semanas en una seria polémica que desembocó en los estrados judiciales cuando el Cabildo solicitó su internación forzosa en un centro asistencial.
Sin embargo, el Juzgado de Primera Instancia Nº5 de Arrecife rechazó la semana pasada esta posibilidad, entendiendo que -a pesar de sus limitaciones- Iván tiene la suficiente autonomía y capacidad para decidir su futuro y su forma de vida por sí mismo, aunque sí exigió tanto al Cabildo como al Ayuntamiento de Teguise que se hagan cargo de su atención ambulatoria.
“No le gustan las reglas y las normas, por eso no quiere internarse en un centro. Ahora, a través de la persuasión, intentaremos vincularlo con algún recurso asistencial disponible en Lanzarote”, había explicado el mismo lunes por la mañana el consejero de Bienestar Social del Cabildo, Marciano Acuña.
Horas después, el propio Iván contestaba con un sintético pero rotundo “Sí” a la posibilidad -planteada ante las cámaras de televisión- de instalarse en un piso tutelado en Arrecife. “Con una condición”, agregó: “Que pueda volver siempre a La Graciosa”. Estas visitas, en principio, serían al menos un día por semana. Ahora sólo falta que se concrete el acuerdo.