Domingo, 14 Diciembre 2025
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El ex senador del PP fue a felicitar a la sede del PSOE personalmente al nuevo senador socialista, Manolo Fajardo

 

  • Lancelot Digital


Dicen que saber perder es importante y más saber ganar pero lo cierto es que el gesto que ayer noche, nada más saberse perdedor de las elecciones, hizo el ex senador del PP, Joel Delgado, de coger el coche y trasladarse a la sede de los socialistas lanzaroteños para darle personalmente la enhorabuena a Manuel Fajardo Palarea, ha sido muy comentado en las redes sociales. No estaba obligado y una simple llamada de felicitación hubiera sido suficiente.

 

En cambio Delgado optó por darle el abrazo en el campo del “enemigo”. Un ejemplo para muchos de lo que debe ser el fair play de la política donde por desgracia no abundan estos gestos de humildad y caballerosidad, sino por desgracia el sectarismo y el mal perder.

 

Sin duda, que Joel Delgado se haya quedado sin el cargo de senador ha sido un revés para el PP que pierde a un hombre joven, que ha realizado una interesante labor en Madrid y en el que muchos analistas le aventuraban un gran futuro. Ahora el batacazo del PP en España no le ha ayudado a conseguir el sillón del Senado que obtuvo en las últimas elecciones con mucho mérito y cuando nadie lo esperaba. Y lo peor, es que se queda sin cargo al no estar en ninguna lista municipal, insular o regional. Así de ingrata es la vida y la política.

 


Por el contrario, el ganador de estas elecciones al Senado es la otra cara de la moneda. El socialista Manuel Fajardo Palarea estaba casi deshauciado por la nueva dirección del partido en Lanzarote. Había perdido el pulso que le echó a Dolores Corujo, secretaria general del PSOE en la isla. Se convirtió en uno de los críticos más importantes de la gestión de la alcaldesa de San Bartolomé en la sombra. Cuentan que desde las altas instancias del PSOE en España y Canarias recomendaron a Corujo que no estaban las cosas para “más peleas”, que eran tiempos de unidad y que el partido de Lanzarote estaba con muchos frentes internos abiertos.

 

Corujo, que es lista, aceptó al “hijo pródigo” y ahora es senador. Fajardo es un político con muchas aristas, ambicioso y que cree que todavía tiene mucho que dar para el partido y para Lanzarote. Además, muchos de su propia gente creen que se ha convertido en un hombre más humilde. Posiblemente ha aprendido de la gran ópera épica de Wagner, el “Anillo del Nibelungos”, ese anillo mágico que tenía el poder de gobernar el mundo a quien lo poseyera pero a cambio de renunciar al amor. La lucha entre dioses y héroes que marca los viejos dramas de la mitología griega y que todavía están vigentes más de lo que parece en muchos políticos actuales que por el poder están dispuestos a perder su alma.

 

Joel Delgado ha perdido el sillón al Senado en estas elecciones del 28-A pero no su humildad y su alma. Ahora, según muchos, sólo le falta experiencia para saber que es joven y que la vida sigue.


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