La Audiencia Provincial juzga en Arrecife a la madrasta y hermanastros de Verónica

Se les acusa de malos tratos, omisión de deber de socorro y profanación
- Lancelot Digital
La Audiencia Provincial de Las Palmas arrancará este miércoles 27 de septiembre en Arrecife el juicio contra la madrastra y los hermanastros de Verónica, la joven con discapacidad de 28 años cuyo restos fueron encontrados en una bolsa de basura en la casa en la que vivía junto a su familia en Tinajo en febrero de 2013. La vista oral se extenderá hasta el viernes.
Hay que recordar, no obstante, que los enjuiciados sólo tendrán que responder por los presuntos delitos de profanación de cadáver, malos tratos y omisión del deber de socorro, pues la Justicia sobreseyó la causa por homicidio, ya que la autopsia no pudo determinar cómo y cuándo murió Verónica. Además, el principal implicado en la causa, el padre de la joven, quien la Policía Nacional creía que la había asesinado para ocultar que la había dejado embarazada, falleció a los pocos días de ser detenido en el Hospital José Molina Orosa a causa de un cáncer que sufría.
En concreto, la Fiscalía pide tres años y medio de cárcel para Carmen Delia T.R., madrastra de Verónica, por delitos de malos tratos habituales y profanación de cadáveres. Para el hermanastro solicita tres años de prisión al estar imputado sólo por malos tratos, mientras que para la hermanastra pide cinco meses de cárcel por profanación de cadáveres.
El Ministerio Fiscal considera que la madrastra de Verónica tuvo "sometida a continuos golpes y malos tratos psíquicos" a la joven, quien sufría una minusvalía de un 68%, desde que ésta se fugó de un centro de menores hasta su fallecimiento, "aproximadamente en el año 2012".
"La acusada golpeaba de modo frecuente a su hijastra, Verónica, obligándola a realizar tareas domésticas y labores de arado del campo, haciendo un completo abandono de las necesidades de higiene y salud de la misma, forzándola a permanecer oculta y encerrada en una de las dependencias anexas al domicilio, carente de las condiciones necesarias de salubridad", reza en el escrito de acusación. Según Fiscalía, el hermanastro, que vivía en aquel tiempo en el domicilio de Tinajo, era "consciente de la situación padecida por Verónica y, pudiendo haberla subsanado, dejó voluntariamente de evitar la misma, consintiéndola de forma pasiva".
Tras el fallecimiento de Verónica, "en fecha no concretada pero en todo caso en el mes de enero de 2013", la madrastra y la hermanastra "desenterraron los huesos" de la joven "ocultos en el jardín del domicilio familiar" para "introducirlos en una bolsa de deporte y ocultarlos en una oquedad existente en las dependencias anexas a la vivienda", considera el Ministerio Fiscal.
El relato de los hechos
Como se recordará los huesos de Verónica fueron encontrados en una grieta de su casa en Tinajo, después de que su hermano biológico diera la voz de alarma al no encontrarla con motivo de una herencia que le correspondía. La madrastra de la joven, Carmen Delia, fue imputada entonces por un delito de homicidio y/o encubrimiento y profanación de cadáveres, permaneciendo un año en prisión provisional, donde también estuvo cinco meses su hijo Zeus, imputado en su momento de un delito de encubrimiento. La hermanastra de Verónica, Keila, también fue imputada entonces de un delito de encubrimiento, aunque nunca ingresó en la cárcel.
Tras su salida de prisión, el hermanastro de Verónica ofreció una entrevista a Lancelot Digital donde defendió su “inocencia” y aseguró que no sabía nada de la muerte de la joven. Asimismo, afirmó que ni él ni su familia habían maltratado “nunca” a Verónica y que siempre se había visto en el pueblo que fue su “padrastro”, llegando a asegurar incluso que él también había sido víctima de malos tratos por su parte.
Sin embargo, la Policía Nacional encontró una libreta en su día en la que la joven Verónica hablaba de los presuntos malos tratos que recibía por parte de toda su familia aunque, sobre todo, manifestaba el temor que tenía a su progenitor, contando numerosos episodios en los que el padre la pegaba y gritaba. Así, el macabro hallazgo de los restos de Verónica destapó también toda una historia de malos tratos en el ámbito familiar. De hecho, el padre perdió la custodia de sus dos hijos cuando eran pequeños, siendo enviados a un centro de menores, del que posteriormente Verónica escapó, dejándosela de buscar al cumplir la mayoría de edad en 2003.
Tanto la madrastra como el hermanastro de Verónica cuentan con otras condenas a sus espaldas. En el caso de la primera, fue condenada en 2005 por un delito de abandono de familia y un delito de lesiones en el ámbito familiar a nueve meses de prisión. Zeus ha sido condenado por la Justicia en tres ocasiones, una por un delito contra la seguridad en el tráfico, otra por un delito de lesiones en el ámbito familiar y la última por un delito de robo con fuerza en las cosas.
Cabe destacar que la vista se ha aplazado ya en dos ocasiones. El pasado 30 de noviembre de 2016 se suspendió al no poder comparecer varios policías fijándose una nueva fecha, mientras que un defecto procesal obligó a aplazar la segunda convocatoria de juicio, según informó en su momento el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.