La calidad y competitividad del turismo canario, bajo la lupa
El cambio de ciclo económico, tras siete años de bonanza, ponen de relevancia la importancia de haberlos aprovechado adecuadamente
- Lancelot Digital
Tras siete años de bonanza, el sector turístico canario se enfrenta ahora al reto de ratificar su calidad real y el presente año, 2018, y 2019 son claves para dejar claro si el sector aprovechó esa buena época e hizo los deberes. Esos son los puntos que quedan claros en el Estudio ‘IMPACTUR Canarias 2017’, recientemente presentado, y en el que se ratifica el papel ejercido por la industria turística como principal sector impulsor de la economía y el empleo en las Islas Canarias en los últimos 7 años.
En este sentido, uno de los datos que ofrece el informe es que la ganancia en términos de actividad económica generada para las islas asciende a 5.419 millones de euros desde el año 2010 (774 millones anuales), a una tasa media interanual de crecimiento del 6,3%, lo que ha generado 94 mil puestos de trabajos en esos siete años, lo que supone un 4,9% en media anual, compensando la pérdida de empleos en otras ramas de actividad y posibilitando recuperar los niveles de empleabilidad en Canarias previos a la crisis.
Todo ello reitera el carácter estratégico del turismo para la economía y sociedad canaria. Una industria turística que en los últimos años ha sido el principal eje de generación de prosperidad en las islas, como revela IMPACTUR Canarias 2017 y que se enfrenta en los próximos años a retos de calado. Entre ellos se encuentran la recuperación de los competidores, el resultado final del proceso de desconexión de la Unión Europea del mercado británico (BREXIT), junto a la depreciación acumulada de la libra, la tendencia al alza de los precios del petróleo y la gestión de la capacidad de carga de los destinos canarios ante el crecimiento previsto de la demanda turística mundial o la transformación digital. Este nuevo y estimulante horizonte exigirá seguir e intensificar el trabajo continuo y conjunto entre los actores públicos y privados del sector en las islas, con visión estratégica, para asegurar la sostenibilidad y modernización del modelo turístico canario y la extensión de sus beneficios al conjunto de las sociedades isleñas.
IMPACTUR Canarias identifica un nuevo registro récord de la actividad económica vinculada al turismo en el archipiélago en el año 2017 con 15.573 millones de euros, que es un 7,4% superior al ya de por sí excepcional PIB Turístico de las islas en 2016 (3,6% en términos reales). Este positivo devenir vino protagonizado un año más por el dinamismo del gasto turístico de la demanda extranjera, junto a la mejora del turismo español, especialmente el de los propios canarios viajando por las islas, la dinámica inversora de las ramas turísticas y el gasto público comprometido para la consolidación y mejora del turismo.
Mayor presencia turística en la economía canaria
La presencia del turismo en la economía canaria se ha incrementado de manera continua desde el año 2010 hasta situarla al cierre de 2017 en el 35,2% del total de la economía canaria, poniendo de manifiesto un crecimiento medio anual del 6,3% en comparación con el 1,0% del total de la economía de las islas. Ello compensa la pérdida de actividad de otras ramas relevantes en la economía canaria como las industrias extractivas y manufactureras, construcción y otros servicios (financieros, seguros, información y comunicaciones…), que todavía están por debajo de los niveles de 2010 a tenor de la información que proporciona la Contabilidad Regional del INE.
Todos los componentes de la demanda turística en Canarias se situaron en el año 2017 en niveles por encima de los del año 2010, manifestando el notable escenario de crecimiento apoyado por unos vientos de cola que han impulsado en estos últimos años el desempeño del turismo en España y Canarias (inestabilidad geopolítica en competidores, bajo nivel del precio del petróleo, recuperación económica en mercados emisores). Especialmente destacable fue el comportamiento de la demanda extranjera, que en el entorno descrito y gracias entre otros a la mejora de la conectividad a las islas, experimentó un crecimiento continuo desde 2010 del 8,9% medio interanual, casi duplicando en siete años su aportación a la economía canaria (740 millones en media anuales), gracias en buena parte al tirón del su principal mercado, el británico, que explicó el 36,5% del crecimiento del componente extranjero con un incremento medio anual del 11,4% en los últimos siete años.
El empleo generado por la actividad turística en las islas se elevó hasta un volumen de 326.970 puestos de trabajo en 2017, un 5,3% por encima de 2016. Un año más, el turismo volvió a ejercer de motor de crecimiento del empleo total en la economía canaria, que registró un incremento del 3,0%, según la Contabilidad Regional del INE. De hecho, el aumento interanual del empleo en el entramado productivo canario no vinculado al turismo en 2017 ascendió a un modesto 1,3%.
IMPACTUR Canarias 2017 constata como el empleo turístico en las islas ha enlazado siete años consecutivos de crecimiento (4,9% de variación media interanual), con un desempeño notablemente mejor que el del resto de sectores del sistema productivo canario en el mismo período de tiempo. El empleo turístico generado en estos siete ejercicios ha posibilitado en el año 2017 superar los niveles de puestos de trabajo del año 2010 en el conjunto de la economía canaria, recuperando los puestos de trabajo perdidos en los peores años de la crisis en otras ramas de actividad del entramado productivo canario (construcción, industria…). Bajo estos condicionante, la participación del empleo turístico sobre el total de la comunidad ha seguido una senda continua de crecimiento en los últimos siete años, pasando del 29,5% en 2010 al 40,3% de 2017.
En concreto, IMPACTUR Canarias 2017 cuantifica en 10.353 millones de euros la actividad económica generada en las ramas directamenterelacionadas con el turismo, un 7,5% por encima de los niveles de 2016, y cifra en 239.769 los puestos de trabajo directos, un 6,9% de incremento frente a 2016. Los efectos directos representaban en 2017 el 23,4% del PIB del archipiélago y el 29,5% del empleo en Canarias.
Por su parte, los efectos indirectos alcanzaban 5.221 millones de euros en 2017 de actividad económica, lo que representa al 11,8% de la economía de las islas. El crecimiento interanual del empleo indirecto fue del 1,2% alcanzando 87.201 puestos de trabajo en 2017, el 10,8% del total del empleo en Canarias.
Con todo ello, el estudio revela que por cada 100 euros de valor añadido generado en las islas en las ramas en contacto directo con el turista se aportaron 50,6 euros en otros sectores, y de igual manera, por cada 100 empleos creados en el archipiélago en ramas en contacto directo con el turista se generaron 36,4 en otras ramas de actividad.
El estudio R evidencia un nuevo hito histórico de la actividad económica vinculada al turismo en Canarias en el año 2017 con 15.573 millones de euros, 1.074 millones de euros más que en 2016, un 7,4% por encima del PIB Turístico de las islas en el excepcional año anterior (3,6% en términos reales, una vez eliminado el efecto de los precios).
El análisis del comportamiento de los principales componentes del PIB Turístico canario entre 2010 y 2017 revela que el positivo desempeño ha venido muy de la mano del excepcional devenir de los ingresos turísticos de los extranjeros, al que en los últimos tres años ha sumado la resistencia y fidelidad mostrada por la demanda de proximidad de los canarios viajando dentro de los destinos de las islas, el inicio de la recuperación de la demanda nacional procedente del resto de comunidades autónomas, una vez superado los peores años de la crisis para los hogares y empresas españolas, junto a la apuesta inversora de la empresas turísticas canarias tras la recuperación de márgenes y el aumento gasto público comprometido para consolidar sostenibilidad y la aportación del turismo al conjunto de la sociedad canaria.
Ahora toca ver si se han jugado bien las cartas, y comprobar si Canarias ha invertido todo lo necesario en sus infraestructuras en los años de bonanza. De ello dependerá la evolución de los próximos años y la buena marcha del sector.