Domingo, 14 Diciembre 2025
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Al final, estará un poco por encima de las últimas expectativas del Consejo Regulador

Lancelot Digital
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Este año ha sido el más seco del último medio siglo en la isla de Lanzarote. Para colmo en 2012 se han registrado siete olas de calor. Pese a todo, la cosecha de uva se ha salvado, ya que, aunque no se ha vendimiado todo lo que se quisiera, se recogieron 1.650.000 kilos de fruta de buena calidad que, sin duda, se traducirá en buen vino.

“La ola de calor del mes de mayo fue la que más daño hizo en cuanto a productividad porque cogió justo a la parra en el enero, en lo que es la formación del fruto”, señala Javier Betancort, presidente del Consejo Regulador de Vino de la Denominación de Origen Lanzarote.

Hasta entonces “veníamos muy ilusionados porque, viendo el comportamiento del mes de marzo y el mes de abril, todo apuntaba a que tendríamos una muy buena cosecha, superando los dos millones y medio de kilos de uvas”, pero las sucesivas inclemencias meteorológicas hicieron reducir las expectativas hasta las últimas estimaciones, allá por julio, de un millón y medio de kilos, que finalmente se han superado ligeramente.

“La media de los últimos años en Lanzarote está en torno a los dos o 2,2 millones de kilos, y todo lo que supere esas cifras ya supone una buena cosecha. Sin embargo, las olas de calor y, al ser este un año de sequía, ya en el mes de julio rebajamos las previsiones a entre un millón y medio y dos millones de kilos, más tirando a la baja”, recuerda Betancort, apuntando, no obstante, que la uva que ha entrado este año en las bodegas es de muy buena calidad.

Se ha especulado mucho con el precio de la uva de este año. Una cuestión importante para el Consejo Regulador es que ésta se pague bien a los agricultores, ya que son parte importante del paisaje de La Geria y hacen que el mismo siga viva. “La media este año se va a situar en torno al euro y medio, independientemente de que se pague un poquito más en algunas bodegas, o por alguna variedad”, calcula.

“Ese aumento de precio nos ayuda a eliminar el gran problema estructural que tiene la viña y que creemos que debe ser el camino que tomen los vinos de Lanzarote: un mayor posicionamiento como producto gourmet para que tire de la demanda, tire del precio de la botella y a su vez tire del precio de la materia prima y haga posible un relevo generacional y una mayor empuje en el campo. Hoy día, quienes mantienen el campo son nuestros mayores”, resalta.

Ahora queda esperar para ver cuál es el resultado final de los caldos de este año, que cada vez son más cotizados fuera de la isla.


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