La desilusión de Cortezo

El empresario asegura que “Arrecife me impresionó. Pasados 21 años, me ha desilusionado”

Después de doce años de alcaldía de José María Espino (PSOE), en las elecciones locales de 1995, Cándido Armas (PIL) es elegido alcalde de Arrecife y la ciudad inicia una nueva etapa, que por causa de algunas herencias de los doce años de gobierno socialista, y la dinámica de inestabilidad que se generó, nos fue trayendo al estado de desilusión y hartazgo en el que se encuentra la práctica totalidad de los vecinos, comerciantes, colectivos y demás agentes que, sin ver horizonte de solución, padecen la realidad de Arrecife.

Jaime Cortezo, portavoz de la propiedad del suelo declarado por el Tribunal Supremo (TS) como urbano de aprovechamiento lucrativo del Islote del Francés ha publicado en estos días un extenso y sentido artículo de opinión en el que manifiesta, casi resignado, que Arrecife le ha desilusionado.

En su artículo que lancelot.digital.com publica, Cortezo relata como hace 21 años, impresionado por la posibilidades que le veía al Islote de Francés, las bellezas de Arrecife, sobre todo su marina, le cautivaron, decidió invertir en comprar el suelo privado que tiene el islote: “Después de darle una vuelta al Islote del Francés, me senté mirando hacia el sur, en uno de esos días bonitos con el mar en calma y el sol brillando en el mar. ¡Impresionante! Luego miré a la derecha y vi Arrecife. ¡Impresionante! ¡Otro tipo de impresión!”.

Asegura que, convencido, pensó que “sería la obra que cualquier ser humano querría hacer para que lo recordara su familia, sus amigos y las generaciones de desconocidos que vengan a este complejo mundo”.

Ahora, pasados 21 años, aquel impresionado e ilusionado inversor lamente que “a cambio de tanta ilusión y de tantas ganas de hacer que las cosas sean mejores, (recibe) insultos, mentiras y proposiciones inaceptables”.

Afirma que llegó a Arrecife “convencido” de que sus habitantes “tenían razón” cuando defendían que su frente litoral era de los mejores de Canarias. Y, se corrige: “No, del mundo”.

En su sentido artículo, el inversor grancanario, reflexiona sobre que llegó a Arrecife cuando “por desgracia”, la industria de la mar “de la que tantas y tantas generaciones habían vivido estaba llegando a su fin”. En aquel momento en el que esa desindustrialización estaba generando “notables problemas” y una “enorme incertidumbre a aquellos que no veían una salida a su futuro”.

Destaca Cortezo que, a mediados de la década de los 90, del pasado siglo XX, el capital privado huía de un Arrecife en el que “solo vieran la mierda de ciudad que podría contaminar sus aspiraciones de lucro”.

“Suelo de propiedad privada.  Al menos desde 1864”

Relata Jaime Cortezo como, desde tiempo del Marqués de Lanzarote, este había inscrito la posesión del islote en el registro de la jurisdicción de Arrecife de la antigua Contaduría en 1864. Y relata hasta la venta a Don Rodolfo Alonso Lamberti, casado con Carmen Prieto Moressi, vecino de Vigo, sujetas a los censos mencionados arriba, quien lo inscribe en 1941. Don Rodolfo crea Rocar, S.A. (Ro = Rodolfo. Car = Carmen).

Afirma en su muy detallado artículo Cortezo que , tras la calificación de sistema general de parque urbano que le asigna el Plan General de 1991, aprobado por el gobierno socialista de José María Espino, sentencia firme del Tribunal Supremo de 19 de octubre de 1993, establece, entre otras cosas, falla “Estimar en parte el Recurso contencioso administrativo formulado por Rocar, S.A. contra la orden del consejero de Política Territorial de 18 de Enero de 1991, que se anula en cuanto hace referencia a la calificación de suelo urbanizable asignado a los terrenos que aquella posee en el lugar denominado “El Islote del Francés”, procediendo para los mismos la clasificación de urbanos, con las consecuencias compensatorias que de esta clasificación se deriven”.

Y completa (Cortezo) diciendo que el 1968 primer Plan General de Arrecife “lo recoge con la categoría de Reserva Urbana, no rusticó, ni agrícola, con ninguna protección, Reserva Urbana, para el asentamiento de las personas”.

Pero, mejor que seguir despiezando el detallado artículo de Jame Cortezo, que minuciosamente relata el proceso de veinte años en el que pasa de impresionarse e ilusionado proyecta una joya para la ciudad al actual estado de desilusión que, y no es casualidad, comparte con una amplia mayoridad de los vecinos de Arrecife, al que al actual alcaldesa socialista, Eva de Anta, les ha ido llevando, al margen de por su inoperancia, por un notoria indolencia.