La diocalandra, una asesina eficaz

Más de 30.000 palmeras de Lanzarote están afectadas por el picudín, un escarabajo de pequeñas dimensiones que ataca a estas plantas y acaba necrosándolas
- Lancelot Digital
- Jesús Betancort
El palmeral de Lanzarote se muere lentamente. La diocalandra, o picudín, ha atacado ya a más del 50% del palmeral de Lanzarote. Se calcula que unas 30.000 palmeras, de las 60.000 que hay en la isla, están afectadas por este peligroso insecto, primo hermano del célebre Picudo Rojo que ya se ha extinguido en Canarias. La diocalandra frumenti es un escarabajo de pequeñas dimensiones que se detectó por primera vez en Canarias en 1998 y que afecta intensamente a la vida de las palmeras de las Islas, necrosando la planta.
El técnico en jardinería, Francisco Bermejo, explica que el Picudín hace más daño porque ataca a todas las palmeras. “El picudo rojo no atacaba a todas las palmeras, pero la diocalandra sí lo hace, según va pasando es como una marabunta que arrasa con todo”, explica.
El ataque del insecto y los hongos termina con la palmera. “Al atacar de esta forma, debilita las palmeras y facilita el acceso a los hongos que son los que realmente la rematan”, señala.
Este especialista en jardinería cree que un 50% de las más de 60.000 palmeras que se calculan en Lanzarote ya están afectadas en diferentes grados del ataque de la Diocalandra. “El estudio más reciente es del año pasado y fue realizado por técnicos del Gobierno de Canarias. En este estudio se aegura que el 50% de las palmeras en Lanzarote, y algo más del 55% en Fuerteventura, están afectadas pero en mi opinión creo que se han quedado cortos”.
La sequía y el estrés hídrico han ayudado a extender la enfermedad. “Las palmeras ya estaban atacadas de antemano, no se ha visto venir la urgencia del problema porque como el avance es más lento que el del picudo rojo, no se calculó bien”.
La parte positiva es que hay tratamiento y aunque ya sea inevitable la pérdida de un porcentaje de palmeras, ya muy enfermas, aún se puede salvar muchas si se aplica un tratamiento adecuado. “La endoterapia que es como fumigar pero se introduce dentro del tronco y circula de manera sistémica por la planta”, explica.

De momento, las autoridades locales e insulares no han adoptado medidas reales para salvarlas, ya que, que se sepa, no existe ningún plan en marcha contra esa plaga que arrasa las islas de Lanzarote y Fuerteventura.

Pero, ¿Qué es la diocalandria frumenti?
La diocalandra frumenti es un coleóptero que ataca taladrando a las palmeras. Sus huevos son depositados en las grietas de las raíces adventicias de la base del tallo, en la inflorescencia o en la base de los pecíolos. La larva se alimenta realizando galerías en hojas y fuste que serán el lugar de formación de las pupas. Los adultos tienen una longitud de 6 a 8 milímetros. Son oscuros, casi negros y tienen cuatro manchas más claras en los élitros. El tiempo desde la puesta de huevos hasta adulto es de 2,5 a 3 meses.
¿Y cuáles son las consecuencias de su ataque?
Los síntomas se hacen evidentes con rapidez. Hacen que se sequen las hojas inferiores y producen la formación de pequeñas galerías en el raquis que pueden afectar a los haces vasculares, provocando graves daños a la palmera. Cuando se realizan cortes por podas se puede observar los orificios de las galerías. Con ataques fuertes en un plazo de seis a ocho meses la palmera se seca y muere.