Viernes, 05 Diciembre 2025
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Concepción Pérez cuenta, tras más de 45 años de ejercicio, cómo se trabajaba en la isla cuando empezó

  • Lancelot Digital

 

Concepción Pérez, la doctora Conce, como le gusta que le llamen, acudía ayer a la entrevista del día tras haberse jubilado después de más de 45 años de ejercicio como pediatra en Lanzarote. Conce habló de los orígenes y de cómo se trabajaba en la Casa de los Volcanes, el centro hospitalario anterior al actual Molina Orosa. “En la sala de pediatría de la Casa de los Volcanes las camas eran pequeñitas, algo que ya no ocurre porque los niños ya no caben, no son tan pequeños como entonces”, cuenta. “En 1974 se creo una jerarquización y pasó a llamarse Hospital. Era un espacio muy limitado, y en esa misma planta teníamos ginecología y medicina interna”.

Recuerda la doctora Conce el compromiso de todos los componentes en aquella época de menos recursos. “Contábamos mucho con la ayuda del personal no médico. Las auxiliares de antes sabían hasta reanimar a un niño y las enfermeras también, algo que hoy en día no está ni autorizado”, explica, apuntando que hasta el celador ayudaba en todo lo que podían. “Sólo éramos dos o tres pediatras”.

Habló Concepción Pérez de la fuerte carga emocional que implica trabajar con niños enfermos. “Cada vez que un niño enferma el cuerpo se te pone mal, no sabes ni lo que puedes encontrar. Hay que hacer todo lo que se pueda, dejarte la vida en ello, pero mantener la tranquilidad para que la familia mantenga la calma”.

Y por último quiso la doctora Conce hablar del consejo que da a los pediatras que se inician en el ejercicio de la carrera. “Al pediatra que viene a Lanzarote le decimos, no sólo la calidad de vida que tiene la isla, sino que siempre tengan el estímulo para ser mejores, mejores pediatras y mejores personas”.

 

 

 


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