La Geria, estrella de los III Premios Endecan de Endesa
El paisaje volcánico de Lanzarote brilla en una gala que refuerza el compromiso de Endesa con Canarias
- Lancelot Digital
La tercera edición de los Premios Endecan, organizados por Endesa en el Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, tuvo un nombre propio: La Geria. El Cabildo de Lanzarote fue distinguido con el Premio Endecan a la Sostenibilidad por la conservación de este paisaje agrícola único, símbolo de la capacidad de adaptación del Archipiélago y ejemplo internacional de agricultura resiliente frente al cambio climático.
Endesa subrayó durante la gala que la protección de La Geria representa “lo mejor de Canarias”: un equilibrio entre tradición, innovación y aprovechamiento inteligente de los recursos naturales. La compañía recordó además su vínculo de más de 80 años con las islas y la importancia de apoyar proyectos que contribuyen a un modelo energético y territorial más sostenible.
El evento reunió a representantes institucionales, responsables de la empresa eléctrica y miembros del jurado, además de familiares y amigos de los premiados. El director territorial de Endesa en Canarias, Pablo Casado, destacó el valor de los galardones como reconocimiento a iniciativas que “transforman realidades y fortalecen la cohesión social y ambiental del Archipiélago”.
Junto a La Geria, los Premios Endecan reconocieron otras iniciativas destacadas: las cabras y ovejas bombero del Cabildo de Gran Canaria en Biodiversidad; la Mancomunidad del Sureste como Municipio Más Azul; la labor de la Unidad de Diálisis Peritoneal del Hospital Dr. Negrín en Talento Científico; el Ayuntamiento de Artenara por su acogida a menores migrantes; el Proyecto Suma de baloncesto inclusivo; la trayectoria de Carla Suárez en el ámbito deportivo; y la Bajada de la Virgen de las Nieves, del Cabildo de La Palma, en Cultura.
La noche concluyó con un mensaje claro por parte de Endesa: la energía que mueve a Canarias no es solo eléctrica, sino también social, cultural y humana. Y La Geria, con su paisaje de ceniza y viñas, volvió a ser prueba de ello.
