La higuera de Tremesana: más de 200 años de historia
Este árbol cuenta con muchas particularidades que lo hace perdurar en el tiempo
- Lancelot Digital
Enclavado en el corazón del Parque Nacional de Timanfaya, la higuera de Tremesana es todo un prodigio de la naturaleza lanzaroteña. Con más de 200 años de vida, es uno de los árboles más singulares no solo de Lanzarote, sino de toda la Macaronesia.
Rafa Paredes, Coautor del Catálogo Árboles Singulares de Lanzarote explica el origen de este fenómeno. “Tiene más de 200 años con total seguridad, la familia de Inés Caraballo Medina, que por cierto mañana presenta un libro precioso sobre la pesca... Pues fue su bisabuelo quien plantó esto. Dice ella que a través de un gajo que traía de La Gomera”.
Este árbol ha podido sobrevivir en un entorno tan hostil por su especial ubicación. “En esa calera se pasa muchas horas en sombra, y además está orientado al norte, es decir, llegas allí, haces un pequeño hoyo y debajo hay un montón de agua. Entonces el árbol está en unas condiciones muy especiales”, cuenta Rafa.
Paredes también señala que “sus frutos pueden ser especialmente grandes y con ciertas peculiaridades. Es un fruto curioso porque se divide en varios, es decir, no es como un higo normal, sino que a veces se forman como tres higos juntos. Sí que me ha contado Inés, que se comentaba en todo el sur de la isla el número de cestas que sacaban de higos de esta higuera. Esto les indicaba si el año había sido bueno o malo.”
La higuera de Tremesana forma parte del listado previo al Catálogo de Árboles Singulares de Lanzarote. Los criterios de selección dice Rafa Paredes que “suelen ser: La edad, a los mayores hay que respetarlos. El tamaño, la monumentalidad. El tipo de especie, que sea una especie escasa con muy pocos ejemplares y que representa un valor añadido del punto de vista silvestre o de otro tipo. También puede ser una planta ornamental con un valor extraordinario. Pero en esta isla, en muchos casos, la mayoría de los árboles tenían una vinculación con la identidad de este pueblo. Que es muy difícil encontrar en tan abrumador número, en otras islas”.
Si conocen árboles con historias como estos ficus, olivos o eucaliptos pónganse en contacto con la Reserva de la Biosfera. Ellos ayudarán a cuidarlos un poco más.