La incierta situación que vive La Palma
La lava sigue fluyendo hacia el mar, pero puede dispersarse en otras direcciones
- Lancelot Digital
Estas impactantes imágenes se llevan repitiendo desde la noche del pasado martes: el rio de magma que baja desde cumbre vieja, en La Palma, al océano. Hasta ahora no ha cambiado de dirección, lo cual es una buena noticia, pero desde el Pevolca no se descarta que pueda abrirse otros caminos.
Rubén Fernández, portavoz del Pevolca, recuerda que “la erupción no está estabilizada, existe una dinámica que escapa a nuestro control y, por tanto, ahora mismo seguimos monitorizando y tomando medidas vinculadas a este proceso”, señala.
Por otro lado, otro de los sectores más castigados es el agrícola y sobre todo el platanero, donde se está sufriendo por la escasez de agua de riego.
Fran GarLaz, gestor plantación ecológica en La Palma, explica que no pueden llegar a las fincas y, por tanto, no están pudiendo regar. “Se necesitan unos veinte o treinta litros de agua al día. Es una planta que necesita mucha agua, puede estar varias semanas sin regar, pero a partir de la tercera semana presenta problemas y podemos perder, no solo la cosecha, que ya se ha perdido, sino la planta y habrá que volver a plantar”, explica. “La lava ha llegado al mar y ha pasado por encima de los conductos que tenemos para transportar el agua. Esperábamos que se cortase hoy el agua y hemos tenido la suerte de que sigue llegando agua abajo”.
El volcán ya ha invadido un total de 470 hectáreas y se calcula que 744 construcciones de todo tipo han podido ser dañada entera o parcialmente.