La odisea del Magec Tías para llegar a Lanzarote

Ryanair dejó en Madrid a las jugadoras del equipo de baloncesto y ahora están pendientes en Barcelona del 'overbooking'
- Lancelot Digital
El vuelo de Ryanair que tendría que haber llegado ayer sobre las 23.30 horas a Lanzarote, dejó en tierra a casi 200 pasajeros que habían ido a la península por distintos motivos, entre ellos aprovechando el puente del 12 de octubre.
El equipo profesional de baloncesto femenino, Magec Tías, también debería de haber viajado en ese vuelo después de haberse trasladado a Murcia para jugar contra el UCAM donde además se llevaron la victoria. El sábado salieron de Lanzarote a Madrid para trasladarse hasta Murcia en coche, donde emplearon cuatro horas de viaje. El domingo disputaron el partido y del vuelta a la capital para coger el vuelo de la noche a Lanzarote.
La sorpresa fue cuando llegaron a Barajas y desde Ryanair les informan que por avería el avión no salió de Lanzarote y el domingo no podían viajar. "Nos dicen que nos empezarán a reubicar en vuelos, pero no se sabe cuando salimos porque están todos llenos", confirma la jugadora y periodista Sara Duarte.
Finalmente los responsables del equipo decidieron coger un AVE a Barcelona a las 5.00 horas de la madrugada y trasladar al equipo para poder coger un vuelo de Vueling que llegaría hoy lunes al mediodía a la isla. Pero parece que la odisea no acaba para las chicas porque al llegar al mostrar de facturación la compañía les informa de que por motivos de 'overbooking' solo tres de las nueve personas del equipo, tienen plaza confirmada.

El sacrificio del deporte lanzaroteño profesional
Esta situación no es si no una más de las vividas por el deporte canario profesional que se tiene que trasladar cada fin de semana a la península para disputar sus partidos, pero que ven en el ascenso un problema para poder conectar vuelos con las islas.
Una problemática que sobre todo afecta a los jugadores que a pesar de competir en un ligar profesional tienen que compaginar esta labor con su trabajo y que al final la alegría y satisfacción, además de la posición en la sitúan a la isla por este nivel deportivo, se convierte en un dilema.