La otra cara de Arrecife

La situación de vulnerabilidad de los vecinos de la capital se incrementó durante 2024: aumentan los casos de acoso escolar, de maltrato o los abusos sexuales
- Lancelot Digital
Hay otro Arrecife, diferente a aquel que va mejorando sus calles, sus infraestructuras y servicios, distinto del que incrementa el número de turistas y cruceros que lo visitan. Hay un Arrecife que no vemos, pero que existe. El de las personas vulnerables, el de la pobreza, la soledad, los desequilibrios y otros muchos problemas, un Arrecife que no sufrimos gracias al trabajo diario de un gran número de personas del Ayuntamiento, y también del Cabildo, que se esfuerzan para encauzar todo lo que va mal.
Lo cierto es que, en la actualidad, el sistema público de servicios sociales va más allá de la concesión de ayudas económicas. Es un sistema que contempla la intervención social desde la perspectiva de la prevención, atención o cobertura de las necesidades individuales y sociales de manera integral. No siempre se ve, pero su buen hacer es fundamental para que una sociedad funcione.
La concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Arrecife, Maite Corujo, explica que algunas de sus grandes preocupaciones son “la crisis habitacional del municipio, la cantidad de personas que están en situación irregular y no pueden empezar a normalizar su vida porque el empadronamiento se convierte en un problema”, señala y destaca además “la situación de los menores porque las intervenciones son cada vez más complicadas y agresivas”.
En este sentido, Corujo explica que “la situación de vulnerabilidad de los vecinos de Arrecife durante 2024 aumentó de manera considerable, entre otras cosas, por la falta de vivienda. Además, hemos detectado un aumento importante de la atención a personas recién llegadas a la isla, es decir, personas que acuden a servicios sociales sin cita, que acaban de llegar y no saben dónde acudir”.
Lo cierto es que la mayoría de las personas que acuden a Bienestar Social lo hacen para cubrir sus necesidades básicas: alimentación, vestimenta, suministros de agua y luz, y el alquiler. Pero, a lo largo de los últimos diez o quince años el usuario de Bienestar Social ha cambiado. “Seguimos teniendo el perfil de personas muy vulnerables, pero hemos detectado que la clase media, que se ha ido distorsionando en los últimos años, se ha incorporado. Hablamos de familias con trabajo pero que no consiguen llegar a fin de mes y recurren a nosotros. El Ayuntamiento cuenta con un comedor social en el que damos unos 75 menús diarios y además tenemos un servicio de acompañamiento, es decir hacemos un seguimiento del usuario para ayudarle, sea cual sea, la situación que atraviese”, y añade. “También subvencionamos bancos de alimentos y otro tipo de entidades que hacen labores comunitarias, como El Cribo o Flora Acoge, por ejemplo y el Ayuntamiento cuenta con un servicio de atención a personas mayores a domicilio, con unos 260 usuarios. El barrio que más ayuda demanda es Altavista”.
Aumento del acoso escolar y del maltrato
Pero lo que más preocupa a la concejala de Bienestar Social son los más jóvenes. “Hemos detectado un aumento en los casos de acoso escolar, de maltrato, de abusos sexuales, de problemas de personalidad en los adolescentes… Y a raíz de ello hemos aumentado la atención psicológica y puesto en marcha varios proyectos como “Vivir la adolescencia sin riesgos”. A nadie se le escapa que de todo esto se derivan muchos problemas de salud mental. Quizá de toda el área de Bienestar social donde hemos visto que más se agravaba la situación es en los menores y esto nos preocupa”.
Otra gran preocupación municipal son los casos de violencia de género que siguen aumentando. “Los números nos decían que teníamos que involucrarnos y poner servicios en marcha, y así ha sido. Hemos puesto por primera vez la atención psicológica a cargo del Ayuntamiento, coordinados con el Cabildo de Lanzarote. Seguimos teniendo el servicio del cambio de cerrajería, trabajamos de manera coordinada con la Policía y seguimos ofreciendo cursos de capacitación porque entendemos que es importante para la mujer poder formarse. Además, continuamos con los campamentos conciliadores para ayudar precisamente a la conciliación familiar”.