El matrimonio de ancianos de Argana Alta tendrá que abandonar finalmente su casa antes del 30 de julio
El Juzgado da la razón a la empresa Juan Antonio Rivera, a la que tan sólo obliga a realojar a Sinforiano y Pilar, de 90 y 87 años de edad, durante 27 meses
Yolanda Téllez
Foto: Jesús Betancort
La pareja de ancianos que vive en las casas que la Iglesia vendió en Argana Alta tendrá que abandonar finalmente su vivienda. Asi lo ha decidido la jueza del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Arrecife, quien da la razón a la empresa Juan Antonio Rivera, aunque le obliga a realojar a Sinforiano Lemes y a Pilar Callero, de 90 y 87 años de edad, durante 27 meses.
Sinforiano y Pilar tendrán que entregar las llaves de la casa el próximo 30 de julio y, si no lo hacen, la jueza les advierte que serán desahuciados del 1 al 5 de septiembre. Ese mismo día, el 30 de julio, la empresa tendrá que darles las llaves de una vivienda de las mismas características.
Hay que recordar que Sinforiano y Pilar iban a ser desahuciados el pasado 23 de mayo pero, entonces, se paralizó el desahucio, después de que la Diócesis de Canarias presentase el acuerdo que firmó en 2007 con Juan Antonio Rivera S.L., según el cual la empresa se comprometía a dejar seguir viviendo en su casa a este matrimonio hasta su fallecimiento o bien a realojarles en una vivienda de similares características.
Entonces, la jueza citó a las partes el 4 de junio, pero la negociación finalizó sin acuerdo, pues la pareja de ancianos rechazó que la empresa tan sólo les fuera a realojar durante 27 meses.
La situación quedó entonces pendiente de la resolución de la jueza, quien ahora da la razón a la empresa. “Una vez mas gana los que tienen el poder económico y sus influencias son las que dominan en muchos sitios”, señala el ex presidente de la Asociación de Vecinos de Argana Alta, Andrés Medina, quien no entiende que la jueza no haya tenido en cuenta la documentación presentada por la Diócesis de Canarias.
“Cuando les he dado la noticia, no se lo creían, y han empezado a llorar de impotencia y rabia. A la señora Pilar, que se encuentra delicada de salud, le ha dado un ataque de ansiedad”, afirma Medina, quien ha anunciado que acudirán al Tribunal Supremo para que revise la sentencia.