Lunes, 15 Diciembre 2025
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Reabrió el 1 de septiembre. Ahora se llama “Brisas del Atardecer”. Está habilitada para albergar a 20 personas

Lancelot Digital
Foto: Kepa Herrero

La polémica residencia de ancianos “Sol de Otoño” ha reabierto sus puertas, con otro nombre y otra calificación, después de que la Justicia archivara la causa penal contra ese centro y sus responsables y de haber obtenido todas las habilitaciones correspondientes de parte del Gobierno de Canarias y del Ayuntamiento de Tías.

El establecimiento, rebautizado como “Brisas del Atardecer”, funciona desde el día 1 de septiembre como centro residencial para personas mayores, según ha confirmado a Lancelot su director, Juan Adolfo Acuña.

Actualmente se atiende en el lugar a tres personas: dos de los que ya estaban antes de la polémica desatada por la difusión de la cámara oculta en el canal Cuatro de televisión y una tercera que -según Acuña- “estaba esperando a que reabriéramos porque viene aquí varios meses todos los años”.

Respecto a los demás “internos” que había en enero en “Sol de Otoño”, sólo algunos de ellos se reintegrarán al lugar en un futuro, ya que -por un lado- algunos encontraron plaza en la residencia privada Amma Tías y -por otro- “varios lamentablemente han fallecido y otros están en el Hospital Insular y no van a poder volver porque aquí no podemos tener gente con una discapacidad mayor al 70 por ciento“, explica Acuña.

El director ha señalado también que el “nuevo” centro tiene habilitación para veinte personas, aunque “hemos iniciado los trámites y estamos ajustando algunos detalles (de infraestructura) para que finalmente sean 27“.

En cuanto a la cuestión judicial, Acuña todavía no tiene decidido si emprenderá acciones legales contra el programa de Cuatro, la empresa de comunicación responsable de su emisión y la presentadora Mercedes Milá -a los que ha intimado a una rectificación pública tras el fallo judicial a favor de la residencia- o contra los dos jóvenes en prácticas que grabaron la “cámara oculta” que desató la polémica.

“Todo está en manos del abogado, tenemos un año para iniciar la demanda”, se ha limitado a señalar Acuña, quien ha vuelto a lamentar que se haya desatado toda esta situación “por ser condescendiente y dar la oportunidad de incorporar a personas en prácticas. Otras veces anteriores también lo hicimos, pero este año hemos tenido mala suerte“.

“Sol de Otoño” mantuvo cerradas sus puertas durante varios meses, ya que -a raíz de la polémica suscitada con la difusión de la cámara oculta- la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias “descubrió″ que el centro no contaba con la pertinente autorización.


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