Domingo, 14 Diciembre 2025
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El incremento de este impuesto viene determinado por una directiva europea de 2018

 

  • Lancelot Digital

 

Hace ahora dos meses, el concejal y diputado del PSOE, Marcos Bergaz, no perdía la oportunidad de hacer "populismo" con la obligada subida de la tasa de basura que aprobaba el Pleno de Teguise, donde los socialistas se abstuvieron. Teguise era el primer ayuntamiento que actualizaba estas tarifas siguiente el mandato europeo. Pero Bergaz, a sabiendas de que las subidas de impuestos no gustan al contribuyente, trató de sacar los colores al Consistorio de La Villa por actualizar la tasa de la basura. Una subida que está obligada a realizar el Consistorio tras 10 años sin experimentar un incremento por aquello de que la normativa obliga a que la recaudación de la prestación del servicio no puede ser inferior a sus costes.

 

Ahora es el Partido Popular canario el que cae en la misma demagogia que en su día el socialista teguiseño, y lleva al Parlamento su rechazo rotundo a la subida del 100% de la tasa de basuras “impuesta por el Gobierno de Sánchez”.

 

Lo cierto es que todos los ayuntamientos, tanto los socialistas como los populares, tendrán que adaptar sus tasas, les guste o no les guste a sus gobernantes porque se trata de una medida obligada.

 

Las tasas de basura son una de las contribuciones municipales que deben pagar los ciudadanos, destinadas a sufragar los gastos de la recogida, transporte y tratamiento de los residuos sólidos urbanos en los municipios. Estas tasas varían según el municipio, ya que cada ayuntamiento tiene autonomía para regular y fijar la cuantía de la tasa, en función de diversos factores como el tipo de servicio, la cantidad de residuos generados o la superficie del inmueble.

 

A partir de abril de 2025, España aplicará una directiva europea de 2018 en la que se obliga a los contribuyentes a pagar el 100% del servicio de recogida, transporte y tratamiento de basuras que va al contenedor de restos, es decir, aquellos desechos que no son plástico, cartón, vidrio u orgánico, o que simplemente no se reciclan. Hasta ahora, los ciudadanos no pagan la totalidad de estos servicios a través del impuesto municipal de basuras, sino que se cubre con otras partidas o con el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).

 


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