Domingo, 14 Diciembre 2025
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Se hace justicia con la labor arquitectónica del artista lanzaroteño en el centenario de su nacimiento

 

  • Lancelot Digital

 

Se ha hecho justicia. Después de mucho tiempo de ningunearse por parte de muchos arquitectos la labor arquitectónica del artista lanzaroteño César Manrique, por fin 27 años después de su fallecimiento y en el año en que cumple el centenario de su nacimiento se reconoce el trabajo de este 'genio' de la isla en esta materia con el Premio Nacional de Edificación.

 

Así lo ha anunciado el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Lanzarote, propulsores de esta iniciativa. De este modo, informan que el jurado alaba al pintor, artista y escultor de Lanzarote, César Manrique, recibiendo este Premio a título póstumo en el centenario de su nacimiento (1919-2019), por su aportación al sector de la edificación gracias a los valores representados por su candidatura.

 

César Manrique, La Fundación Santa María Albarracín y Antonio Garrido han sido galardonados en la I edición de los Premios Nacionales de Edificación. Los galardones se entregaran en la gala de la edificación que se celebrará el próximo noviembre en el auditorio Rafael del Pino, en Madrid.

 

Según destaca el Colegio de Aparejadores, el Jurado de esta primera edición, presidido por el Ministerio de Fomento, ha hecho público los destinatarios de este reconocimiento, promovido y organizado por el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE).

 

En este sentido, por iniciativa del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Lanzarote, el "pintor, artista y escultor de Lanzarote, César Manrique, recibe este Premio a título póstumo en el centenario de su nacimiento (1919), por su compromiso con el patrimonio natural y cultural insular, integrando los edificios en el paisaje, por el respeto a la naturaleza y la búsqueda de la armonía entre el interiorismo y los espacios creativos exteriores planteando una importante obra de arte público y paisajismo que combina tradición y modernidad. A esta característica integración, que el artista denominó “Arte-Naturaleza/Naturaleza-Arte”.

 

Tal y como explican los miembros de este Colegio, el jurado consideró sobre todo, la "defensa del patrimonio natural y cultural de Lanzarote, su integración de los edificios en el paisaje, el respeto a la naturaleza y la búsqueda de la armonía entre el interiorismo y los espacios creativos exteriores, además de su obra artística como embajador de la cultura y la naturaleza".

 

Por su parte, la Fundación Santa María Albarracín ha sido reconocida, según el jurado, “por los buenos resultados de los trabajos abordados y los recursos materiales empleados, que han permitido desarrollar con continuidad numerosos proyectos e intervenciones en inmuebles edificados a lo largo de sus 23 años de trayectoria, destacando por las actividades de recuperación del Patrimonio Edificado, la rehabilitación de edificios utilizando técnicas tradicionales, los efectos en la empleabilidad de jóvenes y en la disminución de la despoblación de la comarca, la recuperación de oficios tradicionales, la difusión de las ventajas de la rehabilitación para todo tipo de usos edificatorios, religiosos, civil, industrial, etc…”.

 

Los méritos de Antonio Garrido a lo largo de su carrera de más de 45 años, se muestran claramente en su trayectoria en la que ha compaginado su labor docente con la gestión directiva al máximo nivel en la Universidad Politécnica de Cartagena, sus estudios de Doctorado, la elaboración de Planes de Estudios de Ingeniería, de Edificación y la iniciativa con éxito de la Defensa Jurídica de la titulación en su Universidad.

 


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