Lanzarote, un turismo que apuesta por la calidad
La isla experimenta un crecimiento en hoteles de cuatro y cinco estrellas, un descenso en los de menos de tres estrellas y una apuesta creciente por la renovación de planta alojativa de cierto nivel
Lanzarote crece en calidad turística de una manera pausada y constante. No se trata de una afirmación espontánea. Los hechos lo demuestran. Lanzarote lidera el ranking canario de crecimiento de los hoteles de cuatro y cinco estrellas, pasando de tener 20.254 en el año 2009 a 29.044, apenas nueve años más tarde. Esto supone un crecimiento de 8.790 plazas en este tiempo y sitúa a la Isla de los Volcanes a la cabeza, seguida por Gran Canaria que cuenta en este tiempo con 7.663 hoteles más, y seguida de lejos por Tenerife, La Palma y, en último lugar, por Fuerteventura, isla en la que sólo se han incrementado los hoteles de cuatro y cinco estrellas en 397 plazas en estos nueve años.
No se trata de que se hayan incrementado las plazas alojativas sin más, se incrementa la oferta de alta calidad, apostando, de acuerdo con las líneas trazadas por el Cabildo y el Patronato de Turismo, por una oferta acorde con el turismo de calidad y alto poder adquisitivo al que se quiere dirigir la isla. No más turistas, pero sí con mayor capacidad de gasto.
De hecho, de la treintena de hoteles de cinco estrellas que se han puesto en marcha en Canarias en este tiempo, catorce se han abierto en Lanzarote. Esto no supone que se hayan incrementado las plazas alojativas. Al contrario, en la oferta de menor calidad, entre una y tres estrellas, la isla ha reducido unas 1.288 camas, afianzándose en la apuesta por la calidad.
Se apuesta por tanto, por nuevas propuestas, hoteles boutique, hoteles especializados en eventos deportivos, gastronómicos o de cualquier otra índole. Calidad, una vez más, por encima de cantidad.
Planes de renovación
A toda esta situación se suman los planes de modernización constantes de la isla que pretenden rehabilitar ciertos hoteles de calidad pero que con el paso del tiempo se han ido quedando obsoletos. Ejemplo de ello son hoteles como La isla y el Mar, el Hotel Fariones, el Hotel Be Live Lanzarote Resort de Costa Teguise o el H10 Rubicon Palace.
Esta línea evolutiva es totalmente acorde con la política institucional, tal y como decía a principios de año el consejero delegado de la SPEL, Héctor Fernández, a Lancelot Medios. “No queremos más turistas sino mejores turistas. El planteamiento de Lanzarote es cualitativo no cuantitativo. Buscamos un turista que quiera disfrutar de los centros, de las actividades deportivas y enogastronómicas que se organizan, un turista concienciado con la protección del medio ambiente y con la naturaleza insular”, afirmaba. “Aspiramos a que Lanzarote sea un destino completamente especial que cuente con unos turistas que sepan a lo que vienen, que no les dé igual un destino que otro”.
