Lanzarote y El Gordo, la ilusión de que toque

El año pasado Lanzarote repartió más de 600.000 euros de varios décimos del tercer premio
- Lancelot Digital
La Lotería de Navidad se ha convertido en una tradición arraigada en España que mueve cada año a millones de personas a comprar décimos con la esperanza de llevarse “El Gordo”, el primer premio del sorteo extraordinario que se celebra cada 22 de diciembre. Este sorteo es considerado el más importante del país y uno de los mayores del mundo por volumen de premios y número de participantes, una cita con la ilusión que se remonta a 1812.
Y la ilusión continúa a pesar de que el premio Gordo, 400.000 euros al décimo, que se mantiene en la misma cuantía desde hace 14 años, ya no da para lo mismo que hace una década por la subida constante del precio de la cesta de la compra y de la vivienda. A lo que hay que añadir que Hacienda se queda con un 20 por ciento del premio, lo que deja el importe en 320.000 euros, que está bien, pero que ya no soluciona la vida como antaño, y además las probabilidades de que toque es de una entre cien mil, porque en la Lotería de Navidad se juegan 100.000 números (del 00000 al 99999) y solo uno es El Gordo.
Aunque las grandes cifras nacionales suelen acaparar titulares, Lanzarote también ha tenido momentos importantes en la historia de la Lotería de Navidad. En 2022, la isla celebró la caída de El Gordo, (número 05490) vendido en varios puntos de Arrecife, lo que generó una intensa alegría en la isla.
En 2023 el sorteo volvió a repartir parte del Gordo en la isla (el número 88.008), quintos premios y aproximaciones con décimos vendidos en distintos puntos como Puerto del Carmen, Yaiza y Tahíche, generando millones de euros en premios entre residentes y visitantes.
Además de los premios principales, Lanzarote ha celebrado la caída de otros premios importantes en años recientes. Por ejemplo, en 2024 varios décimos agraciados con el tercer premio (número 11.840) se vendieron tanto en Arrecife como en Costa Teguise, dejando más de 600.000 euros repartidos entre los agraciados en la isla.
¿Por qué se juega tanto?
Más allá de la ilusión de llevarse el gran premio que este año será de 400.000 euros por décimo premiado con El Gordo el sorteo navideño forma parte de la cultura festiva en toda España. La fecha del sorteo, la extensión de la venta de décimos desde julio y la participación colectiva de familias, peñas, asociaciones y grupos de amigos convierten a la lotería en un fenómeno social y económico.
En Lanzarote, como en muchas otras zonas, la compra de décimos también se ve influenciada por el turismo y las tradiciones locales. Como también es tradición la del alcalde de Tinajo, Jesús Machín, que ha vuelto a donar dos series de números de la Lotería de Navidad (91977 y 31962) a todos los vecinos empadronados, ofreciendo una participación individual que podrán usar en el sorteo de mañana 22 de diciembre.
Con el sorteo de este año ya a la vuelta de la esquina, las administraciones de lotería de Lanzarote esperan un aumento en la venta de números y participaciones, impulsado por la tradición, la expectativa de premios y el hecho de que historias de años anteriores sigan vivas en la memoria colectiva.
Comparativa de gasto: Lanzarote, Canarias y España
Aunque no existen cifras oficiales cerradas por isla año a año hasta después del sorteo, sí hay datos recientes que permiten comparar tendencias.
En el conjunto de Canarias, incluyendo Lanzarote, se estima que el gasto medio por habitante en la Lotería de Navidad ronda los 47 euros, una cifra inferior a la media nacional, que se sitúa en torno a los 76 euros por persona en esta celebración institucional.
Esta diferencia sitúa a Canarias entre las comunidades que menos gastan per cápita en décimos, solo por encima de regiones con menor tradición o menor volumen de ventas como Baleares o las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
En comparación con otras comunidades, regiones como Castilla y León o Asturias suelen estar entre las que más invierten por habitante en la lotería navideña, con cifras que superan ampliamente el promedio nacional.