Las fiestas con vino siempre saben mejor
Al ritmo de las parrandas arrancaba el pasado sábado la Fiesta del vino enmarcada en las Fiestas de San Roque, en Tinajo
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Con un pequeño desfile y con guitarras, timples y bandurrias en mano los presentes, ataviados en vestimentas blancas, procedieron hasta la plaza del pueblo donde además de la música hubo un buen enyesque, con paella popular para todos.
Allí fueron llegando los camellos a la antigua usanza, es decir, pertrechado con los depósitos donde se almacenaba y transportaba la uva recolectada. De esta manera, se traslado el género a la zona de pisada, donde el privilegio de ejercer la presión necesaria para sacar el mosto recayó en los más pequeños que disfrutaron y a buen seguro que guardarán en sus memorias.
La fiesta no pudo contar con mejor conductor que el alcalde de Tinajo, Jesús Machín, que disfrutó como uno más en esta fiesta del vino marcada por un año de escasa cosecha. Aún así, la fiesta se celebró por todo lo alto.
