Las naves de Hormiconsa no tendrían que haberse demolido
El juez de lo Contencioso Administrativo considera que eran legales y el Cabildo tendría que haberles dado la calificación territorial
- Lancelot Digital
Las famosas naves de Hormiconsa que fueron demolidas hace poco más de un año, podrían haberse construido si el Cabildo hubiese otorgado la calificación territorial. Precisamente este jueves se ha conocido que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo ha fallado en favor del dueño de la empresa, Miguel Morales, al entender un error en la negativa de la concesión.
Este permiso por parte de la primera institución hubiera permitido construir las tres naves en la zona alta de Maneje, entre el cementerio y el barrio conocido como "Las Vírgenes", pero fue denegado por el Cabildo por entender que se encontraban en rústico de especial protección por ser una vía del tránsito del jable, aunque, la misma zona está perfectamente urbanizada con naves, con el cementerio municipal, el crematorio, además de una planta de Inalsa.
El fallo del juzgado llega un poco tarde y no resuelve la "injusticia" a la que se vio sometida la empresa y su propietario, al verse envuelto en un proceso sumarísimo, por una denuncia del entonces concejal de Alternativa Ciudadana, Andrés Barreto.
Por esa denuncia penal el constructor fue condenado a un año y ocho meses de prisión, a unos 70.000 euros de multa, así como el derribo de las naves. La multa ya se pagó; las tres naves se han derribado y el año y 8 meses de prisión ya se han cumplido aunque nunca ingresó en prisión por carecer de antecedentes penales y no superar los dos años de condena. La sentencia de lo contencioso administrativo no tiene prácticamente efectos prácticos para el propietario pero al menos servirá para dar una salida a las 100 viviendas de la barriada de "Las Vírgenes ". Estas viviendas están fuera de ordenación en el nuevo plan que se redacta y se podrá acoger a esta sentencia para su regulación; sin duda una buena noticia para estas familias humildes de la capital.
Este citado barrio ha sido un problema sin solución para el Ayuntamiento de la capital, quien quería resolver la situación, pero el PIOL se lo impedía porque consideraba que la zona era un paso de jable. Tras los nuevos descubrimientos, y tras reconocer los propios técnicos en el juicio que por ahí nunca ha pasado ni una mota de arena, las cosas podrían cambiar.