Las víctimas del impuesto de sucesiones

Más de 1.700 familias tuvieron que renunciar a su herencia por la existencia de esta tasa que el Gobierno de Clavijo ya había eliminado por injusta y Torres ha vuelto a poner
- Lancelot Digital
La decisión del Gobierno de Canarias se volver a poner en vigor el impuesto de sucesiones para aquellas viviendas de más 300.000 euros ha reabierto la polémica sobre la conveniencia de reactivar una tasa que, para muchas familias, supone un verdadero problema ya que se ven obligados a renunciar a su herencia legítima, al convertirse esta en una carga, en lugar de un beneficio.
Según el ex presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, su decisión de retirar este impuesto se debió a un hecho alarmante: 1.700 familias tuvieron que renunciar a sus herencias porque eran incapaces de pagar el impuesto de sucesiones que existía en aquel momento y que, ahora, vuelve a estar en vigor por decisión de Ángel Víctor Torres.
Aunque desde CC se apuntan los perjuicios que para los canarios va a suponer la rehabilitación de este impuesto, desde el Gobierno se insiste en la necesidad de recaudar más dinero para invertirlo en políticas sociales. Además, matizan que este impuesto afectará a las viviendas tasadas en más de 300.000 euros.
El Gobierno propone que esté exento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones –bonificado hasta ahora al 99%–, en las herencias por un máximo de 300.000 euros, empresas familiares o viviendas habituales, y con una carga del 10% por cada 50.000 euros adicionales. “Es una propuesta progresiva que no impide el acceso a una herencia”, ha indicado el presidente Ángel Víctor Torres.
Precisamente este miércoles se publicaba en el periódico El Español el caso de Francisco Pérez, un hombre de 55 años que se encuentra al borde del desahucio por no pagar el impuesto de sucesiones. A este andaluz, la Junta de Andalucía le pedía el pago de 6.000 euros por su herencia. El hombre, desempleado y con solo una ayuda de 400 euros, se vio obligado a elegir entre pagar la hipoteca de su casa o la deuda. Eligió pagar su hipoteca y ahora está punto de que le embarguen y le echen de su propia casa.
Francisco sólo tiene esa casa que compartía con su hermana y que pudieron comprar gracias a la herencia de su madre, pero ambos seguían pagando a medias la hipoteca. A la muerte de ella, él se quedó en la casa.
Este vecino de la calle Lazalle, una zona obrera de Sevilla, no tiene otra cosa que no sea esa vivienda, valorada en 180.000 euros. Cuando perdió su trabajo como electricista hace 10 años, tras un ERE en su empresa, se fue a vivir con su hermana. Ella pudo comprar esa casa con lo que recibió de la herencia de su madre, pero aún así los dos hermanos pagaban a medias la hipoteca.
El problema era que Hacienda había valorado esa vivienda en el doble de lo que les costó y, por tanto, lo que tenía que pagar también se multiplicaba por dos. Una situación terrible a la que podrían verse abocados muchos canarios con la reactivación de este impuesto, a juzgar de la mayor parte de la población, injusto.