Domingo, 14 Diciembre 2025
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La mujer que ha hecho llorar a toda España, pasó unos días en la isla disfrutando de sus paisajes 

 

  • Lancelot Digital

 

El caso de la joven Laura Luelmo, asesinada brutalmente por un vecino, quien confesó esta misma mañana el crimen, ha hecho llorar a toda España y parte del extranjero. Una chica de 26 años que trabajaba como maestra interina en El Campillo, feminista y amante de los viajes. 

 

Las últimas imágenes publicadas en varios medios de comunicación, entre ellos El Programa de Ana Rosa, en Telecinco esta misma mañana han dejado helada a los lanzaroteños al conocerse que la joven estuvo en la isla pasando unos días de vacaciones, al parecer, junto a su pareja. 

 

En las instantáneas se puede ver a Laura tocando la guitarra en la playa de La Garita, en Arrieta; sacándose una foto en los espejos infinitos de Los Jameos del Agua o posando de espaldas en el Risco de Famara. 

 

Laura Luelmo, nació en Zamora y era amante de la pintura, graduada en Bellas Artes, estudios que realizó en Salamanca. En 2014 la joven realizó, en la Universidad de Valencia, un máster en Profesorado de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional en la especialidad de Dibujo.

 

 

Bernardo Montoya, el asesino confeso, un hombre de 50 años fue detenido este martes por su implicación en la muerte de la joven zamorana de 26 años que ya ha confesado el crimen.

 

Fuentes de la investigación han informado de que el detenido ha reconocido a primera hora de esta mañana en dependencias de la Guardia Civil de Huelva que mató a la joven. Montoya ha confesado que discutió con ella, la golpeó, la metió en el maletero y arrojó su cuerpo en el lugar donde fue encontrado. El detenido, a pesar de haber reconocido a última hora de la noche de este martes que se encontró con Laura y forcejeó con ella tras una fuerte discusión, evitó durante varias horas confesar haberla matado.

 

Ha reconocido que su propósito era violarla y que la llevó al sitio donde la encontraron. Allí, según su testimonio, la desnudó y trató de agredirla sexualmente, aunque asegura que no pudo conseguirlo tras varios intentos fallidos. La trasladó fuera del vehículo a la zona de jaras donde fue encontrada y huyó de allí. El hombre ha asegurado que estaba viva en el momento en que emprendió su escapada. No reconoce, por tanto, haberla tenido secuestrada como se ha sospechado.

 

 

Bernardo Montoya Navarro, con un largo historial de antecedentes criminales, se había instalado en la casa que su familia tenía en El Campillo tras salir, hace apenas dos meses, de la cárcel en la que había cumplido condena por un robo con violencia, aunque antes ya había estado en la cárcel, precisamente por un asesinato.

 

Fue en diciembre de 1995. Bernardo entró en la casa de una vecina de 82 años de la localidad donde reside su familia, Cortegana (Huelva), que lo había sorprendido robando y lo había denunciado. Bernardo regresó a su casa "provisto de un machete y con la finalidad de acabar con la vida de la anciana para impedir que esta pudiera declarar en su contra en el juicio" que se iba a celebrar contra él por "allanamiento de morada y lesiones", ya que en el intento de robo, Bernardo hirió a la anciana en la garganta con un cuchillo.La sentencia, de noviembre de 1997, lo condenó a 17 años y dos meses de cárcel por un delito de asesinato. Unos años después, en abril de 2008, una joven de 27 años fue atacada por un hombre cuando paseaba con su perro por un parque de la localidad onubense de El Campillo, donde vivía Laura, a 46 kilómetros de Cortegana.


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