Lola, la celadora que está revolucionando el Hospital Molina Orosa
El objetivo final es promover una cultura de donación voluntaria, responsable y habitual
- Lancelot Digital
Lola Morales es quizás la celadora que trabaja en el Hospital Doctor José Molina Orosa más conocida. Esto se debe a el hospital lanzaroteño cuenta con una nueva figura, la de promotora de donación que desempeña desde hace un mes la propia Lola Morales, donante habitual desde hace 39 años, que ha recibido formación específica por parte de la Dirección General de Hemodonación y Hemoterapia, que colabora estrechamente con la iniciativa.
La jefa del servicio de Hematología, Yapci Ramos, destaca que, desde el inicio de esta actividad, el número de donaciones se ha duplicado en el banco de sangre del hospital, lo que evidencia el impacto positivo de su trabajo. "Ha conseguido transmitir que la donación de sangre salva vidas y ha sabido llegar tanto a usuarios como a profesionales, motivándolos a acudir al banco de sangre", afirmó.
En 2024, el banco de sangre del Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa registró 590 donaciones. Con la implantación de esta figura se espera incrementar significativamente esta cifra a lo largo del año.
La promotora desarrolla su labor informativa en salas de espera, consultas externas y áreas de hospitalización, donde explica de forma personalizada la importancia de donar sangre, los requisitos para hacerlo y resuelve dudas habituales entre la población.
Con material divulgativo y un contacto directo, invita a la ciudadanía y al personal del centro a donar en el banco de sangre del hospital, que forma parte de la Red Transfusional de Sangre de Canarias.
Asimismo, incide en que la donación de sangre es un acto altruista y seguro, sometido a estrictos controles de calidad. Recuerda que la sangre no se puede fabricar y que donar de forma periódica es esencial para garantizar el suministro de sangre a los pacientes que lo necesitan en los centros hospitalarios de la comunidad autónoma.
El objetivo final es promover una cultura de donación voluntaria, responsable y habitual que permita asegurar la disponibilidad de componentes sanguíneos durante todo el año.