Los Cabrerones ya es de toda Lanzarote
El Cabildo impulsa una red de centros museísticos en cuatro inmuebles protegidos de Arrecife
- Lancelot Digital
El Cabildo de Lanzarote continúa dando pasos firmes en su estrategia de recuperación patrimonial. Tras adquirir recientemente el histórico edificio de El Mercadillo, en plena calle Real, la institución insular ha cerrado la compra del inmueble de Los Cabrerones, en Valterra. El objetivo es articular en Arrecife un ambicioso proyecto museístico en cuatro edificios protegidos que, además de rescatar del abandono a estas construcciones, genere una sinergia positiva en su entorno urbano. Así lo explicó el inspector insular de Patrimonio, Ricardo Cabrera, en el programa Café de Periodistas. “Nosotros estamos trabajando en un proyecto muy ambicioso que, si ve la luz, será un revulsivo para Arrecife. Tanto Mercadillo, como Fajardo, como Cabrerones, tenemos planteado no sólo rehabilitarlos, sino darles un uso museístico y que ayuden a potenciar la calidad urbanística de su entorno”.
Cabrera subrayó que, para salvar los inmuebles de valor patrimonial en la isla, resulta esencial regular su protección a través de los catálogos municipales y establecer ayudas generosas a los propietarios, con el fin de incentivar la restauración. “Es preciso sacar un paquete de subvenciones potente y ágiles, y que todo el mundo las entienda. Es preciso dotar de personal para hacer los trámites y que la cuantía sea abundante para que a los herederos no les suponga un problema la rehabilitación de ese patrimonio”.
En paralelo, adelantó la próxima apertura del yacimiento arqueológico de Zonzamas, así como la celebración de jornadas divulgativas sobre este enclave y los hallazgos de Finiquineo.
El inspector insistió en que los proyectos e iniciativas que comienzan a desarrollarse deben tener continuidad más allá de los cambios de gobierno en las instituciones. Asimismo, avanzó que el Cabildo prepara una línea de subvenciones ambiciosa para la restauración de edificios patrimoniales, que podría convertirse en una herramienta clave para salvar numerosos inmuebles de la isla y, en especial, de la capital.
Hasta ahora, la ausencia de incentivos suficientes ha contribuido de manera directa al progresivo deterioro de edificios emblemáticos de Arrecife y del resto de Lanzarote.
