Los casos de salmonelosis son frecuentes pero no suelen ser graves

El interinista de digestivo del Hospital Molina Orosa, Néstor Alemán, tranquiliza a la población tras el brote de salmonella detectado en Lanzarote

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"Depende de la gravedad, pero si nos remitimos a los casos principales que se están viendo, en los que aplicamos tratamiento antobiótico, ya en 24 horas la evolución es bastante satisfactoria y en 48 ó 72 horas el paciente puede ser dado de alta en la mayoría de las ocasiones". De esta forma, el interinista de digestivo del Hospital Molina Orosa, Néstor Alemán, tranquiliza a la población por el brote de salmonella que se detectó en Lanzarote. Una afección provocada por un grupo de bacterias localizadas en los alimentos.

"La salmonella es una bacteria que generalmente se puede encontrar en el organismo humano de forma natural, pero en la mayoría de las ocasiones también produce patología. Puede producirla a cualquier nivel del cuerpo, pero la afectación más común es que afecte al intestino, al tracto digestivo. Entonces, lo que produce es una gastroenteritis, que suele ser la clínica más frecuente", explica Alemán.

Una vez que se produce la intoxicación, el afectado puede no notar los síntomas hasta que no pasen 72 horas. Muchos no necesitan tratamiento y entre cuatro y siete días están curados, aunque si la salmonella penetra en el torrente sanguíneo, puede haber más complicaciones. "La clínica que suele manifestarse suele iniciarse con dolor abdominal, diarrea, a veces acompañado de fiebre en muchas ocasiones. Esta diarrea puede venir acompañada de muchas secreciones mucosas con las heces o bien de sangre. En este caso, en compañía de fiebre hablaríamos de una gastroenteritis invasiva y si no viene acompañada de esos productos, sería acuosa", señala el interinista de digestivo del Hospital Molina Orosa

Los productos que suelen tener más probabilidades de enfermar a las personas "son generalmente los productos de procedencia agrícola por infección del ganado". "Suele estar relacionado con la leche, con los productos lácteos, con el huevo también y también con la manipulación de las personas que llevan esos productos", apunta Alemán.

La salmonella se puede prevenir refrigerando los alimentos convenientemente o cocinándolos a la temperatura ideal y extremando la higiene personal.