Domingo, 14 Diciembre 2025
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La inmigración irregular, la clase política y su funcionamiento, el covid, la sanidad o la falta de agua son otras cuestiones que quitan el sueño a los habitantes de la isla

 

  • Lancelot Digital
 

 

El desempleo es lo que más preocupa a los lanzaroteños según un estudio realizado por Infortécnica para Lancelot Medios el pasado mes de mayo. No resulta extraño, ya que desde marzo de 2020, la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus ha reducido la actividad económica de la isla y ha dejado a gran parte de su población o en Erte o directamente en paro.

 

En efecto, según el citado informe un 27’8 %de los lanzaroteños está especialmente preocupado por el desempleo. La segunda gran preocupación en la isla es la inmigración, con un 15’9 %. La llegada masiva de pateras en el último año y a lo largo del anterior ha generado mucha incertidumbre entre los conejeros que creen que este tema no se está gestionando demasiado bien.

 

La clase política preocupa a un 9’4% de la isla, seguida de la falta de turismo generada por la pandemia, un 8’2%. No en vano, el verano pasado la isla llegó a estar en cero turístico y en la actualidad, y aún habiendo mejorado ligeramente la situación, apenas hay un 30 % de la planta alojativa abierta, aunque se espera que la situación vaya mejorando a lo largo del verano.

 

La pandemia del covid preocupa a un 5’3% de la población, datos que se han reducido, a buen seguro, gracias al impresionante avance de las cifras de vacunación en la isla. Se espera que para el mes de agosto la mayor parte de la población diana de Lanzarote esté vacunada.

La Sanidad, con un porcentaje del 4’9% y el agua, o más bien la falta de ella, con un 4’5%, son otras de las grandes preocupaciones de los lanzaroteños.

 

Por otra parte, un 24’1% de la población se ha mostrado preocupada por otras cuestiones, ubicadas en el apartado de otros, en el que incluye el transporte público, la limpieza, los impuestos elevados, la vivienda, el abandono y la dependencia del turismo, entre otros.

 

En otro orden de cosas, y en respuesta a la pregunta de cómo calificarían la situación económica en Lanzarote, nadie la ha calificado de muy buena, y la gran mayoría la consideran regular, un 37% o mala, un 32’7%. El 24’7 % de los ciudadanos consultados cree que la situación es muy mala y tan solo un 5’6% la califica de buena.

 

La isla sigue arrastrando casi 20.000 parados

 

40.000 personas siguen trabajar en Lanzarote. Junio comenzaba con casi 20.000 parados y otras tantas personas sometidas a un expediente de regulación de empleo. Lo cierto es que mayo dejó 406 parados menos en la isla de Lanzarote en comparación con el mes de abril, pero lo cierto es que si se compara con el mismo mes de 2020 sigue habiendo 2.626 desempleados más.

 

Analizando los datos del Observatorio de Empleo, Lanzarote finalizó mayo con 19.497. En mayo del pasado año el número de desempleados era de 16.871, es decir en la actualidad hay casi un 16 por ciento más.

 

En cualquier caso, la ligera bajada se ha podido ver en todos los municipios de la isla, especialmente en Arrecife que acabó el mes con 10.009 desempleados, 156 menos que en abril. En San Bartolomé este mes hay 64 parados menos, situándose en 20.82. Y en Yaiza la bajada ha sido casi similar, en el municipio sureño hay 63 parados menos, y se sitúa en 2.141. En el norte de la isla, se redujo el paro en 17 personas, ya que finalizaban mayo con 526 parados.  Teguise acababa el mes con 1.878 parados, 48 menos; Tías con 2.236 desempleados, lo que supone una bajada de 39 personas y Tinajo de 18, situándose en 625 desempleados.

 

La situación turística, una preocupación constante

 

La situación del turismo, principal motor económico de Lanzarote, más dependiente de este sector aún que otras islas, salvo Fuerteventura, es otra de las grandes preocupaciones de los conejeros. Y no parece que las cosas vayan a cambiar drásticamente en los próximos meses, aunque sí se espera una paulatina mejora de la situación. “Tendremos verano turístico en Canarias, pero no será un gran verano”. Eso es lo que asegura el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, CEHAT, el tinerfeño Jorge Marichal en Café de Periodistas. “Habrá actividad, sí, pero no será como la de veranos anteriores y dependerá mucho, sobre todo en islas como Lanzarote, de la recuperación del mercado británico”, señala. “Hasta que no desaparezca la luz ámbar no recuperaremos una cantidad de mercado suficiente como para poder estar tranquilos”.

 

En cambio, Marichal se mostró mucho más optimista con la nueva temporada de invierno. “Será mejor, en invierno con la vacunación mucho más avanzada, con inmunidad de rebaño y, sobre todo, con menos competencia de los mercados internacionales, será cuando Canarias recupere realmente el volumen de turistas que hemos tenido hasta la llegada de esta pandemia”.

 

 

 

De todas maneras, el máximo representante del Turismo en España insiste que lo más importante es recuperar el turismo inglés, sobre todo para islas como Lanzarote y Tenerife y para ello es esencial que tengamos controlado el virus en las islas. “Estamos en ello, en conversaciones, y precisamente por ser islas nos consta que la consideración es diferente, pero debemos pensar en nosotros mismos y en qué podemos hacer para mejorar la situación”, señala. “Y lo primero que tenemos que hacer es cumplir las normas, bajar los índices de incidencia porque así no daremos ninguna excusa a ningún político de ningún lugar del mundo para que sus ciudadanos no puedan venir a Canarias”.

 

La inmigración, una enorme incertidumbre 

 

El pasado mes de mayo finalizaba con la llegada de una auténtica avalancha de pateras a la isla, provocada por la llegada del buen tiempo, tras semanas de vientos huracanados y fuerte oleaje. Nada más pararse el viento, se precipitó la llegada de todas las que no habían salido. Los lanzaroteños ya manifestaban entonces su mayor temor: que Marruecos, con el problema surgido en Ceuta, relacionado directamente con los vecinos del Sáhara, estuviera multiplicando la salida de pateras hacia Canarias.

 

Los lanzaroteños exigen una solución que pasa por un mayor control de fronteras, más devoluciones y, sobre todo, que no se enquiste el problema en Lanzarote, donde, sino hay más solidaridad del resto de la isla, la situación se puede volver insoportable.  De momento hay más de dos mil quinientos menores en las islas, lo que sin duda es un problema de presente, pero sobre todo de futuro, cuando crezcan y se queden en el limbo, sin trabajo y en una situación de alegalidad.

 


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