Los padres biológicos y de acogida no entregarán al menor al Gobierno de Canarias

Aseguran que hacerlo rompería la estabilidad emocional del niño y que no sería bueno para él

Ulises y Silvia son el padre de acogida y la madre biológica del menor de dos años y medio que el Gobierno de Canarias ha reclamado sea entregado el próximo jueves, 10 de diciembre, para ser puesto en adopción.

Ulises tiene claro que no entregarán la próxima semana al menor y que deberá ser una sentencia de un juez el que dicte el futuro del menor y no asuntos sociales del Gobierno de Canarias. “Nos han notificado por vía de un email que se cesa el acogimiento del menor y estamos en desacuerdo, no vamos a ceder a las peticiones del Gobierno de Canarias. Quieren que el día 10 llevemos al niño a sus dependencias para cesar el acogimiento permanente que tenemos, sabiendo ellos que hay dos trámites judiciales por sus padres biológicos  y otro nuestro y no se está respetando la decisión de un juez”, señala Ulises Montesdeoca, padre de acogida del menor. “Hemos presentado un escrito, tanto a la Dirección General como al juzgado para que sepan que no vamos a presentarnos en las dependencias de Bienestar Social porque sería nefasto, tanto para el niño como para nosotros. No es un objeto. El niño tiene una estabilidad emocional en todos los aspectos, que perdería”.

La madre biológica atraviesa desde hace un año y medio una grave enfermedad y por ello considera que Ulises y su familia ofrecen al menor la estabilidad necesaria. “Lleva dos años y pico con ellos. Si yo no puedo cuidarlo, quiero que lo cuiden ellos que son como mi familia. Conmigo se han portado muy mal, no me han dado tiempo a luchar por mi hijo. Esto es una barbaridad, no se puede hacer”, señala Silvia Fernández, madre biológica del menor. “Yo veo al niño siempre que puedo. Hemos creado un vínculo de familia”.

Como medida de protesta, estas familias y otras muchas se manifestarán el próximo jueves, 10 de diciembre, ante la sede de asuntos sociales, junto a la Cruz Roja, para tratar de paralizar lo que consideran una injusticia.