Domingo, 14 Diciembre 2025
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El perito telemático de CanaryTek, Miguel Ángel Armas, asegura que las evidencias digitales son claves en procesos judiciales para demostrar la veracidad de las pruebas que se presentan en dispositivos como móviles u ordenadores

 

  • Lancelot Digital
  • Jesús Betancort

 

 

- ¿En qué consiste la labor de un perito informático y qué son las evidencias digitales?

–Esto es algo relativamente nuevo. Cuando alguien recibe amenazas, por ejemplo, a través de un whatsapp va a juicio con un pantallazo pero eso tiene poca carga probatoria en el juicio porque es muy fácil de impugnarla, porque hay muchas formas de manipular esta prueba. Ahí es donde entra un perito y aporta esas pruebas que le da más profundidad a la defensa o acusación en un juicio.

 

–¿Cuáles son los casos más típicos en los que se solicita los servicios de un perito?

–La gran mayoría de las periciales son para confirmar y certificar conversaciones de whatsapp.

 

–Si tengo un conflicto con alguien y le grabo con una cámara determinados comportamientos ilegales, ¿vale como prueba?

–Bueno, aquí hay varias cuestiones: primero, que las evidencias digitales son muy manipulables y ahí entramos los peritos. Pero la otra parte, es que esa prueba sea admisible desde la intimidad. Los abogados llaman a esto el 'fruto del árbol envenenado', cuando las pruebas han sido obtenidas de una forma dudosa o no legal y pueden ser manipulados en contra del acusado. Hay sentencias del Tribunal Europeo que han dado la razón al acusado por haberse vulnerado su privacidad.

 

–¿Es fácil manipular un vídeo?

–Hasta ahora no había sido fácil, sobre todo, no era fácil que fuera indetectable. Pero ahora hay unos vídeos que se llama Deep Fake, que son vídeos completamente falsos creados desde software e inteligencia digital de última generación. En cuando a modificar un vídeo, un ingeniero puede analizar los 'frames' y ver donde hay  alteraciones. El problema está en los anteriormente citados Deep fake, porque todo el vídeo es falso y eso ya sí que es mucho más complicado de detectar.

 

¿Volcamos mucha información en las redes sociales?

–Sí, absolutamente. La gente no se está dando cuenta de la pérdida de privacidad. Yo no tengo redes sociales y no dejo que mis hijos las tengan. La gente no se da cuenta de que está subiendo  cosas a las redes y que le pueda perjudicar dentro de 40 años.

 


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