Domingo, 14 Diciembre 2025
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Una delegación lanzaroteña recibirá el reconocimiento de la FAO en Italia el próximo 31 de octubre

  • Lancelot Digital

 

El próximo 31 de octubre, Lanzarote recogerá en Italia el reciente reconocimiento a su forma tradicional de cultivar en tierra volcánica y con escasez de agua, tras haber sido incluida por la FAO en la lista de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM). Se trata de un reconocimiento que se ha venido gestando desde hace años desde el Área de Protección del Paisaje y Calidad Alimentaria del Cabildo de Lanzarote, que dirige actualmente el consejero de Medio Ambiente, Samuel Martín.

El coordinador del área, Francisco Fabelo, y la geógrafa Famara Guadalupe explicaban ayer en Café de Periodistas la importancia de este reconocimiento al trabajo de nuestros campesinos y campesinas, que lograron sacar fruto de una tierra seca, con pluviometrías medias inferiores a 130 litros de agua por metro cuadrado anuales. “Practicar una agricultura durante generaciones, cuyo resultado sea un paisaje único y singular, es decir, con una plasticidad importante y que al mismo tiempo se haya mantenido, que es casi lo más importante en este reconocimiento, durante generaciones sin haber sido alterado. Esto es la filosofía de plantar en el jable o de plantar en los arenados, buscando la humedad del subsuelo, durante siglos”.

Francisco Fabelo, que junto a Famara Guadalupe fue uno de los responsables directos de elaborar el expediente para este reconocimiento de la FAO, señaló que nuestros sistemas de cultivos tradicionales se consideran, a partir de ahora, únicos en el mundo. Bueno, efectivamente, el jable es uno de los tres sistemas reconocidos, junto a la geria y los enarenados. Y en el jable, la particularidad es que es un sistema que ya se practicaba agricultura por parte de los antiguos habitantes, por los considerados majos. Con la conquista llegaron legumbres, llegaron productos y semillas del Nuevo Mundo, el millo, la batata, entre otras, las papas, etcétera. Pero el conocimiento del jable, el saber que debajo de esa capa de cobertura de arena marina había una tierra madre que era la que servía de sustento a la planta, eso el campesino lo trasladó también con la ceniza volcánica”.

La geógrafa Famara Guadalupe insistió en que ya en su día estos sistemas de aprovechamiento de la humedad, mediante los mantos de jable o rofe, fueron considerados una innovación de gran mérito. “Aquí lo que destacamos es esa cobertura, es decir, cómo nosotros no traemos material de fuera, sino que en este caso tenemos el jable que sirve de acolchado y tenemos rofe que sirve de acolchado. Esto, aunque nosotros lo veamos como algo muy cotidiano, es innovación. O sea, estamos hablando de siglos anteriores, como nuestras agricultoras y agricultores decían ya con ingenio que era innovación de alguna manera. Hablamos de salvaguardar la tierra madre en ambos sentidos. Y esta es la base del Sistema Importante de Patrimonio Agrícola”.

La inclusión de los sistemas de cultivo tradicionales en el SIPAM no supondrá nuevas trabas burocráticas para los agricultores, sino todo lo contrario. Este reconocimiento internacional irá acompañado de un plan de acción que ayudará a mantener en el tiempo ese valioso y costoso paisaje que todavía hoy se preserva contra viento y marea.


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