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¿Maltrato animal, mala praxis o manipulación de los hechos?

El abogado del establecimiento El Arca de Noe asegura que ha habido mala fe en la denuncia por parte de varias ex trabajadoras  y que se demostrará en los juzgados

 

  • Lancelot Digital
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    Los propietarios del establecimiento y clínica veterinaria El Arca de Noe han querido salir al paso de la denuncia interpuesta por varias ex trabajadoras de la tienda por el mal trato que se les da a los animales, de suciedad y de la venta de medicamentos sin receta, entre otras cuestiones.

     

    De esta manera, el abogado de la empresa, Emilio Cabrera, señalaba que  la empresa es muy respetuosa con la justicia y va a esperar a que el juzgado decida lo que tenga que decidir en el juicio y después tomarán las medidas oportunas, “no sólo contra estas personas, sino contra todos los que se están haciendo eco en las redes sociales, con amenazas”.

     

    Cabrera, recuerda que El Arca de Noe es una “empresa que lleva más de 25 años dando servicio a los lanzaroteños, de la que dependen más de diez familias directamente y más de 50 indirectamente”, y que “se está jugando con el pan de todas esas personas”.

     

    El abogado explica que las trabajadoras, ninguna de las cuales es veterinaria, al menos no les consta así, sino que trabajaban como dependientas y peluqueras, fueron despedidas porque no daban el perfil. Asegura que la propia encargada de limpiar, grabo un vídeo, acusándolos de suciedad, antes de realizar sus tareas de limpieza.

     

    Niega además que se trata de un cobaya, el animal que aparece muerto en las imágenes, sino de un ratón, recordando que no es delito acabar con una plaga de ratones o de cualquier insecto.

     

    “Se manipula todo, desde el principio al final, y esto se probará en el juicio, porque no va a quedar así. Se ha aprovechado la situación de que la justicia en España es segura, pero lenta, y más ahora con el covid”, explica, apuntando que el caso viene desde el mes de julio y que la denuncia está hecha con total mala fe. “El problema no es que sean unos trabajadores afectados y resentidos, sino que en estas circunstancias en que estamos, se está jugando con el pan de muchas familias”.

     

    Niega que los productos del establecimiento estén caducados y recuerda que, de hecho, se ha colaborado con el Cabildo, donando productos con fecha de caducidad próxima a vencer. “Si donamos estos productos, cómo vamos a vender en la tienda, los caducados, no tiene sentido ninguno”.

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