Marci Acuña: "La mejor forma de gestionar a los 'menas' es abrir dispositivos de menor dimensión"

El consejero de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote reitera su oposición a la creación de macrocentros en la isla

El consejero de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, Marci Acuña, muestra que, desde la institución insular, no están conformes con la creación de un macrocentro para menores inmigrantes no acompañados. Acuña afirma que crear varios espacios pequeños en distintos puntos de la isla es mejor. “Se han abierto algunos dispositivos de menor dimensión porque creemos que es la mejor forma de gestionar esta actividad, y en ese camino seguimos, de manera tranquila y silenciosa”.

Al igual que asegura que: "desmantelar las instalaciones de la santa como centro de menores está vigente", y que lo harán cuando puedan. También afirman que pretenden cambiar la ley para fomentar una política de redistribución a nivel estatal, como ya se hace entre Canarias. “Lanzarote no puede atender a todo el contingente que llegue a la isla. Es precisa una política de redistribución, primero en el Estado, y pretendemos cambiar esa ley, pero también en Canarias”.

Lanzarote cuenta en la actualidad con 220 menores no acompañados, un número que no es mayor gracias a la posibilidad de haber podido mover a los ‘menas’, así lo asegura Acuña. “Si 5.700 menores son los que atiende actualmente el Gobierno de Canarias, el 80%, que es la parte magrebí, entra por Lanzarote. De no haber habido desplazamientos, no tendríamos 220, tendríamos 500”.

Por otro lado, el consejero asegura que el 90% de estos menores aprovechan la oportunidad que se les brinda. “Son menores conscientes y tratan de aprovechar la oportunidad que se les brinda, aunque hay un porcentaje que no”.

A ese pequeño porcentaje, le toca asumir las consecuencias de sus actos, "como a cualquier otro menor", añade. “Se usan los mecanismos que están a nuestro alcance, y en algunos casos, pierden sus derechos de llevar una vida normal”.

En cuanto a la quema del colchón de la Casa del Mar, de la semana pasada, se está investigado lo ocurrido, aunque Acuña señala que todo indica que pudo ser provocado. “Parece que fue un acto intencionado, y estamos a la espera de mayor información. Lo bueno es que no hay que lamentar daños personales”.

También afirma que en situaciones como estas "se pone en entredicho la poca implicación de otras administraciones".  “Este tipo de situaciones deberían hacer reflexionar al Estado sobre la importancia de un reparto justo y equitativo entre todas las comunidades”.