Mucho más que una primera piedra
El histórico proyecto de la Residencia de Mayores de Tahiche, abandonado durante toda una legislatura, resurge y promete 125 nuevas plazas
- Lancelot Digital
Las máquinas ya han empezado el trabajo en los terrenos en los que se ubicará la tan nombrada Residencia de Mayores en Tahiche, una infraestructura pionera que se había mantenido paralizada durante el anterior mandato. El nuevo recurso supondrá un salto cualitativo en la atención a la dependencia en Canarias, gracias a un modelo basado en la Atención Centrada en la Persona (ACP).
El presidente insular, Oswaldo Betancort, visitó este viernes las obras junto al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, la vicepresidenta del Cabildo, María Jesús Tovar, la alcaldesa de Teguise, Olivia Duque, y el consejero de Bienestar Social e Inclusión, Marci Acuña.
Betancort subrayó que la obra “recupera un proyecto histórico, abandonado y reducido en 2019 a una mera colocación simbólica de la primera piedra”. Según explicó, el retraso provocó la devolución de más de 13 millones de euros destinados a infraestructuras sociosanitarias. “Hemos trabajado con discreción y constancia para garantizar el bienestar de nuestros mayores y dependientes. Esta residencia será clave para cumplir ese compromiso”, señaló.
Por su parte, Fernando Clavijo destacó que el Gobierno de Canarias trabaja junto a la institución insular para ampliar progresivamente el número de plazas sociosanitarias en todo el Archipiélago. “Es un modelo de atención que debemos no solo a las personas usuarias, sino también a sus familias”, indicó.
La vicepresidenta insular, María Jesús Tovar, calificó el inicio de las obras como “un antes y un después para Lanzarote y La Graciosa, tras años de bloqueo”, mientras que el consejero Marci Acuña recalcó que se trata de la sexta residencia insular y que “permitirá incrementar en un 25% el número de plazas disponibles, superando las mil en total”.
El complejo, adjudicado a la empresa SATOCAN S.A. con un presupuesto superior a 16 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses, contará con 125 nuevas plazas: 75 de atención residencial y 50 de estancia diurna.
El diseño arquitectónico se inspira en el modelo de unidades convivenciales o “mini residencias”, con grupos de hasta 15 personas para favorecer un entorno más cercano y hogareño. Un 65% de las habitaciones serán individuales y todas dispondrán de baño adaptado. Además, el centro incluirá patios ajardinados, terrazas, áreas de fisioterapia y estimulación, trabajo social y psicología, así como servicios comunes como cafetería, peluquería, capilla y piscina terapéutica.
La construcción también generará empleo en su fase de ejecución y durante la gestión futura del centro. “Lanzarote y La Graciosa avanzan hacia un modelo sociosanitario que prioriza la dignidad y la calidad de vida de las personas mayores”, concluyó Betancort.
