¿Necesita Canarias una Ley de Residencia?

Los problemas de crecimiento crean efectos no deseados en la ciudadanía que nadie sabe muy bien como atajar
- Lancelot Digital
Canarias es la Comunidad Autónoma que más ha crecido a nivel nacional en los últimos años y Lanzarote es la alumna, porcentualmente más aventajada en el despegue demográfico. La sociedad canaria, pero también sus representantes públicos, ve con preocupación los efectos negativos de un crecimiento poblacional que se nos ha ido de las manos y precisa de límites. El presidente Fernando Clavijo encabeza una cruzada jurídico política para hacer prevalecer nuestra condición de región ultraperiférica y conseguir, lo más complicado, que las limitaciones a la residencia o a la compra de viviendas por extranjeros tenga encaje legal en Europa.
Los partidos mayoritarios del Parlamento de Canarias, CC, PP, PSOE y NC coinciden en que el crecimiento poblacional que está experimentando Canarias, con casi 600.000 habitantes más que hace 25 años, necesita de algo más que una reflexión. La Comisión de Reto Demográfico del Parlamento de Canarias trabaja en las medidas para atajar los peligros que se atisban y, nuevamente, el debate sobre una Ley de Residencia centra el debate.
PSOE y Nueva Canarias se decantan por tomar ya medidas para controlar el crecimiento turístico como factor determinante en el crecimiento poblacional, mientras que CC y el presidente Clavijo buscan en Europa un encaje legal a la Ley de Residencia. Desde el PP comparten que se estudie, aprovechando la condición de región ultraperiférica, pero advierten de la dificultad de conseguirlo. Sin embargo, hay excepciones en algunos territorios como Dinamarca, Islas Feroe o las Islas Aland en Finlandia que han puesto en marcha medidas regulatorias de la población desde dentro de la Unión Europea.
Lo que opinan los partidos

Marcos Bergaz, Diputado del Psoe, miembro de la Comisión de Reto Demográfico
“No hay que seguir creciendo turísticamente”
¿Es necesaria una Ley de Residencia en Canarias?
No es una cuestión nueva. En distintos momentos, fundamentalmente en época electoral, el nacionalismo canario ha tratado de ponerlo arriba de la mesa. Al margen de las dificultades jurídicas y políticas de esta medida, si lo que se pretende es abordar el crecimiento demográfico de las islas hay otras medidas más urgentes, viables y efectivas.
¿Cree que podría tener encaje en la Unión Europea?
La Unión Europea tiene en la libertad de circulación y residencia uno de sus pilares fundamentales, por lo que ni jurídica ni políticamente resultaría sencillo articular una excepción del calibre de la Ley de residencia para Canarias. Una cosa es estudiar su viabilidad jurídica, conocer su posible encaje en el marco normativo estatal y comunitario, y otra compartir su conveniencia, más aún cuando existen otras fórmulas para controlar el crecimiento poblacional en nuestra región.
¿Ve otra fórmulas para mitigar las consecuencias del incremento poblacional que viven las islas?
No seguir creciendo. La economía canaria pivota fundamentalmente alrededor del turismo. Pues bien, hemos llegado a más 17 millones de visitantes en 2024, récord de los récord, en una actividad a la que debemos mucho en esta tierra, en la que hacemos muchas cosas bien, pero que no puede crecer ab infinitum, porque podemos morir de éxito y porque genera en paralelo un crecimiento poblacional insostenible a este ritmo.

CC, David Toledo, secretario de Organización y Portavoz del Grupo Parlamentario Nacionalista en la Cámara Regional
“Limitar la compra de viviendas a los no residentes ayudaría a frenar la población”
¿Es necesaria una Ley de Residencia en Canarias?
Lo que necesita Canarias es que se tomen medidas para evitar que el importante crecimiento poblacional no termine poniendo en jaque la sostenibilidad de los servicios públicos, la conservación del territorio o las aspiraciones de los canarios a una vida digna. Los graves desequilibrios poblacionales que hemos vivido constituyen, junto al aumento de la vulnerabilidad relacionada con los impactos del cambio climático, la mayor amenaza para la sostenibilidad de nuestro desarrollo social y económico. Nosotros vamos a plantear la batalla tanto en Madrid como en Bruselas. Se tienen que activar medidas regulatorias que garanticen ese crecimiento sostenible antes de que sea demasiado tarde.
¿Cree que podría tener encaje en la Unión Europea?
El escenario de Canarias de 2025 es muy distinto a cuando Canarias ingresó en la UE en 1986. Han pasado más de cuatro décadas. Y, además, es imprescindible que las normas sean más dinámicas y se adapten a la evolución de la realidad en las islas. No podemos legislar en 2025 con criterios del siglo XX. Por eso, hemos abierto un debate en el que nos planteamos distintos escenarios. Para ello, el Gobierno de Canarias ha solicitado un informe jurídico sobre las limitaciones que impone la normativa comunitaria y las vías que se pueden explorar para limitar el acceso a la vivienda a los no residentes y otras medidas que garanticen la convivencia entre las actividades económicas y las demandas ciudadanas.
¿Ve otras fórmulas para mitigar las consecuencias del incremento poblacional que viven las islas?
Canarias, como región ultraperiférica de la Unión Europea, tiene un estatus especial reconocido por el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Este marco permite a la UE adoptar en las RUP medidas específicas diferentes a las que se dictan para el resto de la zona comunitaria. Y esa es la vía que estamos explorando en Bruselas. Además, la situación que hoy se vive en Canarias es similar a la que se plantea en otras islas y zonas continentales afectadas por la presión turística. A pesar de que el turismo constituye un sector determinante para generar crecimiento y empleo, el turismo masivo está produciendo un descontento creciente en los ciudadanos.

Carlos Ester, diputado del PP y miembro de la Comisión del Reto Demográfico
“Se podría estudiar la regulación de la residencia en el archipiélago”
¿Es necesaria una Ley de Residencia en Canarias?
Es evidente el incremento de la población que se ha producido en el Archipiélago donde casi el 23% de los habitantes ha nacido fuera de España. Por eso, desde el Partido Popular abogamos por el estudio y análisis de las vías que el derecho comunitario ofrece, aprovechando la condición de región ultraperiférica de Canarias, el interés general, o la combinación de ambas, para la adopción de medidas poblacionales generadoras de un derecho especial que regule la residencia en el Archipiélago.
¿Cree que podría tener encaje en la Unión Europea?
Hay que distinguir entre residentes que no pertenezcan el espacio Schengen de aquellos que provengan del conjunto de los territorios de los Estados a los que se aplican plenamente las disposiciones relativas a la supresión de controles en las fronteras interiores y circulación de personas. En este último caso habría que negociarlo con la UE, aunque al Partido Popular nos parece muy improbable.
¿Ve otras fórmulas para mitigar las consecuencias del incremento poblacional que viven las islas?
Es evidente que no se puede negar el incremento de la población que se ha producido en el Archipiélago. Pero también hay que reconocer que no es un fenómeno generalizado que afecte por igual a todas las islas ni ha todos los municipios, incluso en una misma isla. Por lo que las soluciones que se adopten tras los estudios y análisis pertinentes deberán estar adaptadas a las circunstancias particulares de cada territorio.

Luis Campos, diputado de NC y miembro de la Comisión de Reto Demográfico
“Una Ley de residencia sería la medida más eficaz para detener el crecimiento poblacional”
¿Es necesaria una ley de residencia en Canarias?
Canarias tiene un crecimiento demográfico muy acelerado, muy por encima de la media española y yo me atrevería a decir que muy por encima de la capacidad que tenemos como territorio, de la capacidad que tenemos como economía, y como sociedad Pero si luego vamos aterrizando en distintas realidades, incluso a nivel insular, pues comprobamos cómo hay islas que se han estancado o incluso han perdido población. La ley de residencia es la medida, digamos, que sería más eficaz.
¿Cree que podría tener encaje en la Unión Europea?
Es muy difícil porque uno de los elementos, digamos, nucleares de la Unión Europea, desde su fundación, fue precisamente la libre circulación de personas y mercancías y capitales ¿Sería la primera vez? No. Tenemos una ventaja y es nuestra condición RUP, pues igual que nos ha permitido tener elementos diferenciadores en muchos aspectos, creo que precisamente nuestra lejanía, ultraperificidad, por tanto la vulnerabilidad que tenemos, la dependencia del exterior, nuestro territorio con una mayor fragilidad, etc., podría justificarse el que hubiera medidas diferenciadas para controlar o contener la población. Lo que decimos sabiendo que la ley de residencia puede ser una posibilidad pero es muy complicada en el seno de la Unión Europea, desde el punto de vista jurídico, puede ser muy, muy, muy complicada.
¿Ve otras fórmulas para mitigar las consecuencias del incremento poblacional que viven las islas?
Nosotros defendemos trabajar también desde nuestra propia realidad y desde nuestras propias competencias. Y me explico, ¿qué medidas son estas? La mayoría de los expertos que han pasado por la comisión de estudio del reto demográfico de esta legislatura y de la pasada concluyen que el elemento más determinante en cualquier modelo demográfico es su relación con el modelo de desarrollo económico o el modelo, digamos, económico imperante en el territorio. Para ganar o para perder población, influye muchísimo, por encima de cualquier otro elemento, el modelo económico que hay en ese territorio. Por tanto, algunas de las propuestas que planteamos son la desclasificación de suelo turístico, una moratoria insularizada a la concesión de nuevas licencias y una moratoria al alquiler vacacional hasta que se apruebe la nueva ley.
Difícil, pero no imposible
La libre circulación de personas es un derecho fundamental dentro de la UE (Art. 21 del Tratado de Funcionamiento de la UE). Esto significa que cualquier ciudadano europeo puede vivir y trabajar en otro país de la UE sin necesidad de permisos.
Si un Estado miembro quiere restringir la residencia en un territorio específico debe justificarlo con razones muy concretas, como la protección del medioambiente (caso de las Islas Feroe y Groenlandia), la preservación de la identidad cultural (caso de las islas Åland en Finlandia), o por la necesidad de evitar la especulación inmobiliaria (ejemplo de Dinamarca).
Estos tres casos muestran que sí es posible limitar la residencia, pero requieren de una dura y larga negociación con la Unión Europea para modificar los tratados aprobados de integración. Si Canarias quiere explorar la vía de la Ley de Residencia tendría que presentar una justificación legal sólida basada en el impacto medioambiental o en la presión demográfica, y tendría que conseguir previamente el apoyo del Gobierno de España.