Domingo, 14 Diciembre 2025
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La hermana del joven Joaquín Hernández, fallecido tras sufrir un accidente de quad, cree que el personal del Hospital Molina Orosa “hizo todo lo posible” por salvar la vida a su hermano, pero apunta que "igual no contaban con todos los medios necesarios”

 


Yolanda Téllez

 

“No quiero pensar en si mi hermano se hubiera salvado si lo hubieran trasladado a Las Palmas. Es mejor ya no pensarlo”. Así se muestra Sandra Pina, hermana del joven Joaquín Hernández, que con tan sólo 24 años falleció en el hospital el domingo, tras haber sufrido un accidente de quad en la tarde del viernes.

 

Sandra afirma que el personal del Hospital Molina Orosa “hizo todo lo posible” y se “volcó” con su hermano, pero apunta que igual “no contaban con todos los medios necesarios” y, en ese sentido, muestra su apoyo a la iniciativa que han puesto en marcha amigos de su hermano, que han comenzado a recoger firmas para pedir un hospital “digno”, que “este preparado para cualquier cosa y no tengan siempre que trasladar a los enfermos a otra isla”.

 

Y es que, el joven Joaquín debería haber sido trasladado a Las Palmas pues, según explica su hermana, era allí donde estaba la maquinaria que se necesitaba. Sin embargo, la hemorragia interna que sufría era para los médicos un riesgo para su traslado y, al final, a pesar de todo el “esfuerzo de los médicos” de Lanzarote, no se pudo hacer mucho más por salvarle la vida.

 

Sandra cuenta cómo fue el accidente de su hermano y los casi dos días posteriores en el hospital. “Él salía del garaje de unos amigos con el quad y, tras andar unos metros, se le viró y cayó a unas piedras. Él entró en el hospital hablando y creía que podía tener una costilla rota, pero no era así, todo era interno y tenía una hemorragia”, relata.

 

Joaquín ingresó en la UVI donde fue intervenido. “Le pusieron un packing (taponamiento) con gasas, para intentar frenar la hemorragia, estabilizarlo y mandarlo a Las Palmas, pero después entró en parada cardiorrespiratoria”, cuenta Sandra, quien señala que los médicos llegaron a estar “hasta 13 minutos” reanimándolo. “Yo creo que normalmente están 6 ó 7 minutos, pero ellos estuvieron más, 13, con la esperanza de que volviera a la vida, y volvió”, apunta.

 

Por la noche, Joaquín tuvo que ser intervenido de nuevo para ponerle un segundo 'packing' y, aunque los médicos tenían la esperanza de conseguir estabilizarlo y, aunque fuera el sábado por la mañana ya mandarlo a Las Palmas, donde había una máquina hepática que necesitaba para cortar la hemorragia, lo cierto es que el joven empeoró. “Él estaba ya muy malito y los médicos no podían hacer más. Yo misma les veía la impotencia y les entendía, pero sólo pensaba en que mejorara en algún momento y poder trasladarlo a Las Palmas”, señala.

 

Sin embargo, finalmente no se pudo hacer nada por la vida de Joaquín, que el domingo por la mañana, a causa de un fallo orgánico como consecuencia de toda la sangre que había perdido, falleció. “Yo sé que hicieron todo lo que pudieron, se volcaron con mi hermano y a cada momento nos explicaban todo. Incluso, el sábado, nos dejaron de 12 a 21 horas pasar a verlo continuamente, de dos en dos, dado que ya estaba muy malito, para que nos pudiéramos despedir de él” cuenta la hermana del fallecido.

 

Sandra cree que ya de nada sirve pensar en qué hubiera pasado si su hermano hubiera llegado a ser trasladado a Las Palmas, pero cree que es importante que el hospital de Lanzarote cuente con todos los medios “por los que puedan venir detrás”. “No es la primera vez que tienen que trasladar a personas a Las Palmas tras un accidente porque faltan cosas aquí. No me quiero imaginar si un día hay una gran catástrofe en Lanzarote lo que pasaría”, apunta.

 

Así, entiende y le parece “muy bonito” que sus amigos estén recogiendo firmas para pedir que el hospital cuente con todo lo necesario. “No ya por Joaquín, porque no está, sino por otros a los que les pueda pasar lo mismo”, señala Sandra, quien dice que incluso había amigos de su hermano que se habían comprometido a ir a donar sangre esta semana.

 

“Era una persona muy alegre”

 

Sandra también habla de cómo era su hermano, el único familiar más directo que le quedaba. Y es que, esta joven ya perdió a sus padres por culpa de un cáncer y también a otro hermano por un derrame. “Joaquín era alguien muy alegre. Siempre estaba diciendo tonterías y riendo. En las fotos, siempre salía riendo”, apunta.

 

Joaquín vívia en Altavista, tenía una hija de 3 años y era muy conocido en el mundo del motor, del que era un gran aficionado. Sin embargo, tristemente, un fatídico accidente, se llevó su vida.


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