Domingo, 14 Diciembre 2025
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Los socialistas se ‘cubren de gloria’ con su mofa sobre Reguera

El PSOE de Carlos Espino parece no tener límites en la tarea destructiva que ha iniciado desde que, por su torpeza política disfrazada de una falsa ética, ha sido desalojado de las principales corporaciones de la isla. El nuevo capítulo en esa historia de bloqueo y acoso a los nuevos grupos de gobierno del Cabildo y el Ayuntamiento de Arrecife ha llegado esta semana con su impresentable reacción ante la suspensión del pleno capitalino del pasado lunes, porque el alcalde estaba enfermo.
Los socialistas, sin cortarse un pelo, no sólo que han más que puesto en duda la enfermedad de Cándido Reguera, sino que además se la han tomado en solfa. Según una nota de prensa que tiene colgada el PSOE lanzaroteño en su web oficial, “a juicio del secretario local de los Socialistas de Arrecife, José Montelongo, debe tratarse de un caso grave de minoritis aguda”. Esta frase, que en algunos podrá haber causado una sonrisa –hasta los personajes más nefastos solían reír cuando disfrutaban de las fechorías que realizaban otros igual o más nefastos aún-, a los que nosotros nos causa es mucha vergüenza ajena, y otras sensaciones más que por decoro preferimos no mencionar.
Y es que aunque el PSOE de Espino ya había demostrado que es capaz de traspasar las líneas que cualquiera que tenga un poco de decoro no traspasaría, nunca creímos que sería capaz de llegar a tanto. Porque reírse de la enfermedad de alguien es demasiado. Y supone también poner en entredicho al médico que firmó la baja del alcalde. Este mismo jueves, el propio Carlos Espino seguía mofándose dedsde algunas radios de la enfermedad de Reguera.
En cualquier caso, nada nos describe mejor a cada uno que nosotros mismos, con nuestros actos y nuestras palabras. Y en este caso, los socialistas lanzaroteños se han retratado de cuerpo entero, una vez más.
Lo peor es que tan vergonzante actitud sólo respondió al aplazamiento de un pleno. Al hilo de esto cabe recordar que en esta misma Legislatura, cuando eran los socialistas los que mandaban en Arrecife, con Enrique Pérez Parrilla como alcalde, se pasaron meses y meses sin convocar ningún pleno, sólo porque no les daba las ganas hacerlo. Ahora, sólo porque un pleno es aplazado, parece que se está ante el fin del mundo y que nada hay más importante en esta vida que haber realizado la sesión ese día y a esa hora.
Además hay que tener en cuenta que si el alcalde hubiera convocado el pleno en la anterior fecha establecida –que no era ese lunes día 21, sino el día 14-, hubiera tenido mayoría, puesto que un concejal de la oposición no hubiera podido participar, porque viajaba fuera de la isla. Pero Reguera no quiso aprovecharse de esa situación, y aquella vez también aplazó la sesión, tal como señaló el alcalde a este medio este jueves, ya reincorporado en su trabajo.
Con todo, a nadie se le esconde la situación política en Arrecife. A nadie se le esconde la incómoda situación en la que ha quedado el alcalde por la actitud de los concejales del PIL Luisa Blanco y Antonio Machín, que le han dejado transitoriamente en minoría. A nadie se le esconde que es algo difícil de digerir, y al menos hasta ahora, de solucionar. Pero esto no debería dar vía libre para que cualquiera pueda decir el disparate que se le antoje.
El ciudadano de a pie parece estar cansado del “y tú más” de los políticos cuando se refieren a su oponente. Por eso, ni vale que desde el Grupo de Gobierno se apele al “y tú más” cuando se le pide explicaciones, ni tampoco vale el “y tú más” del PSOE cuando le son señaladas sus propias vergüenzas, que por cierto no son pocas. A quienes deben dirigirse los políticos es a los ciudadanos, a los votantes. Y obviamente, con ellos no vale el “y tú más”.
Pero en cualquier caso, y retomando el inicio de esta columna, lo que nunca, pero nunca, nunca puede valer, es tomarse en solfa y reírse de la enfermedad de un tercero. Ni tiene gracia, ni es ético, ni decente, ni ayuda a nada más que a seguir chapoteando en un lodazal donde a veces, determinados políticos parece que se mueven como pez en el agua.

 

Lancelot Digital


PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
×