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Ordenación del territorio: Fuerteventura sí, Lanzarote no

La isla vecina saca ventaja en el desarrollo de los 14 instrumentos que regulan su planeamiento territorial

 

  • Lancelot Digital
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    Fuerteventura anunciaba esta semana que trabaja para avanzar en los 14 instrumentos de regulación del planeamiento territorial encargados por el Ejecutivo insular a  Gesplan a finales de 2021. Esto engloba el Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura (PIOF), cuatro Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) –para los Parques Naturales de Jandía, Isla de Lobos y Dunas de Corralejo, y Parque Rural de Betancuria-; tres modificaciones menores en Espacios Naturales Protegidos y Red Natura 2000 – Montaña de Tindaya, Cuchillos de Vigán y playa del Matorral-; cuatro planes de gestión de zonas ZEPA –sobre las que el Cabildo tiene competencia exclusiva desde 2017-, y dos ordenanzas provisionales relativas a energías renovables y acampadas y campings. Se trata de una importantísima y ambiciosa declaración de intenciones que sitúa, una vez más, a Lanzarote, paralizada desde hace años en cuestiones de planeamiento, por detrás de la isla vecina.

     

    Lanzarote tiene un planeamiento insular con más de 30 años, y no cuenta ni con un Plan Especial del Paisaje Protegido de La Geria en vigor, ni con un Plan Rector de Uso y Gestión del Archipiélago Chinijo, instrumentos de ordenación de vital importancia estratégica para el desarrollo económico, social y protección medioambiental de la isla.

     

    Durante la gestión de Coalición Canaria, se intentó sacar adelante parte de esta planificación, pero lo cierto es que la justicia tumbó el Plan Especial de La Geria, por cuestiones procedimentales y el PRUG del Archipiélago Chinijo, por no haber aprobado su PORN en el año siguiente a la declaración del espacio natural. Tampoco se pudo culminar el Plan Insular de Ordenación del Territorio, contratado en el año 2007 por la entonces presidenta Manuela de Armas, y aprobado inicialmente en el año 2010, que contó con el concurso directo del PSOE en el Gobierno en dos ocasiones más y, muy especialmente, en la primera parte del pasado mandato, cuando bajo la dirección política de Marcos Bergaz al frente de Política Territorial, se culminó el documento con un altísimo grado de consenso y que, más allá de la adaptacion del documento a la ordenación territorial sobrevenida, parecía encaminado a servir de base de un gran acuerdo político. Tampoco se logró.

     

    A estas alturas, cuando ya han pasado tres cuartas partes de legislatura, lo cierto es que Lanzarote sigue anclada en el inmovilismo y mira, impotente, hacia Fuerteventura que, paso a paso, avanza en todas aquellas cuestiones que parecen montañas imposibles para saltar para los conejeros. Una vez más, Fuerteventura sí, Lanzarote no.

     

     

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