¿Por qué el Cabildo y Arrecife prohíben público en las competiciones deportivas?

A pesar de estar autorizados por Sanidad, los encuentros del club deberán realizarse sin la presencia del respetable
- Lancelot Digital
El Club de Balonmano San José Obrero ha expresado públicamente su descontento y malestar ante la decisión adoptada por el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Arrecife de prohibir la presencia de público en las competiciones deportivas. Desde la entidad han calificado como de "impotencia e indefensión" la situación en la que se encuentran ante "la sorprendente, injusta y desafortunada decisión" tomada por las autoridades locales.
El Club se ha quejado porque entiende que estas administraciones -Cabildo y Ayuntamiento-, "no tienen competencia alguna en materia de Sanidad" pero sin embargo "contradicen el mandato autorizado por la Secretaría General del Servicio Canario de Salud".
Y es que mientras que el San José Obrero recibía este viernes, 9 de octubre, un escrito de la Secretaría General del Servicio Canario de la Salud autorizando al Club lanzaroteño para celebrar con público la actividad programada, argumentando que desde el pasado 26 de septiembre no se aplican medidas específicas de alta incidencia acumulada (100 casos por 100.000 habitantes), lo que se le conoce como “semáforo verde”, Cabildo y Ayuntamiento, por su parte, lo prohíben solo verbalmente. Algo que, aseguran desde el San José Obrero, "no tiene ningún sentido".
Así, los dos equipos nacionales del Club Balonmano San José Obrero deberán disputar sí o sí los encuentros de este fin de semana sin la presencia de público en las gradas del Pabellón Municipal de Titerroy.
“La presidenta del Cabildo no tiene competencias en Sanidad, ni mucho menos sobre la apertura de un pabellón de propiedad municipal. Pabellón en el que, en todo caso, y permitido su uso, entendemos que el Ayuntamiento tampoco tiene competencias sanitarias ni autoridad para negarnos lo que autorizan las autoridades sanitarias, porque lo que la alcaldesa capitalina, Ástrid Pérez, tampoco puede escudarse en supuestos acuerdos de una Mesa Insular que se estaría extralimitando en sus atribuciones o cuando menos contradiciendo a las autoridades competentes”, asegura el Club que, por otra parte, agradece los esfuerzos del concejal del Área que, al contrario que la alcaldesa, sí se ha preocupado por dar una respuesta a la situación.
Autorizados por Sanidad
A lo largo de los últimos días, el CB San José Obrero ha realizado todas las gestiones posibles para disputar los encuentros del CICAR Lanzarote Ciudad de Arrecife y Gourmet Ampate Lanzarote con la presencia de público, una vez que han mejorado de manera sustancial las condiciones sanitarias que se registran en Lanzarote.
La Secretaría General del Servicio Canario de la Salud, con su “autorización para celebrar con público la actividad programada”, posibilitaba que el encuentro de la Liga Guerreras Iberdrola de la noche del sábado contara con aficionados en las gradas, al igual que el choque de la tarde del domingo de la Primera Nacional Masculina. Algo que ahora ya no será posible por decisión de una presidenta y de una alcaldesa que, insiste el Club, no tienen ningún tipo de competencia sanitaria, pues estas competencias son del Gobierno de Canarias.
En el escrito remitido al Club, se explica que “los organizadores deberán adoptar todas las medidas necesarias para garantizar las medidas en materia de aforo y seguridad dictadas por el Gobierno de Canarias”, y así está previsto por el Club.
Hay que recordar que el Pabellón Municipal de Titerroy se encuentra totalmente preparado para cumplir dichas medidas, con una distribución de asientos en los que se mantiene la distancia de seguridad, además del control de temperatura a la entrada, lavado de mano con gel hidroalcohólico y limpieza de calzado. Y el aforo en ningún caso supera las 140 personas.
El San José Obrero dispone de una autorización formal por parte del Servicio Canario de la Salud, como autoridad competente, y, al mismo tiempo una negativa verbal por parte de las administraciones locales, sin competencias sanitarias, para autorizar la presencia de público. Así que, ante esta disyuntiva, la entidad deportiva se pregunta, “¿a quién debemos hacer caso?”.
Sin duda, el club se siente gravemente perjudicado por la medida que le impide competir en igualdad de condiciones con respecto al resto de clubes que militan en la Liga Guerreras Iberdrola y en la Primera Nacional Masculina, y pide a la alcaldesa del Ayuntamiento de Arrecife, propietario del Pabellón donde juega este club histórico de la capital, que asuma su responsabilidad y se ciña a sus competencias.
Además, esta decisión sin sentido supone un obstáculo más para que el San José Obrero pueda desarrollar su actividad y generar unos ingresos económicos para poder cumplir con los presupuestos elaborados, paseando el nombre de Lanzarote por las máximas categorías del balonmano nacional femenino y masculino.